Prepare una cata de vinos en casa 

27 abril 2021

Sencillos pasos para disfrutar de una degustación con familiares o amigos

Hace algunas semanas, les sugeríamos unos sencillos juegos para ejercitar el olfato y el gusto en su domicilio y que les recordamos aquí. Pues bien, ha llegado el momento de poner en práctica lo aprendido y de disfrutar, de una forma amena y sin excesivas pretensiones, de una pequeña cata de vinos. He aquí una pequeña guía para poder hacerlo en casa con sus familiares o con amigos, presencialmente o de forma virtual, en caso de que las restricciones no permitan hacer la cata en vivo.

Selección de los vinos

Si de lo que se trata es de aprender lo más básico, es decir discernir entre los aromas y los sabores y dónde se manifiestan estos en la boca, lo  mejor es escoger un único vino y tratar de seguir las fases de la cata que veremos más adelante. Puede escoger un vino de cualquier tipología blanco, tinto, rosado, espumoso, generoso, todos valen para este primer objetivo de cata.

Para aquellos que buscan dar un paso más, pueden preparar una cata de vinos monovarietales elaborados con la misma uva y hacer el ejercicio de comparar entre ellos, o elegir elaboraciones de una misma cosecha y diferentes denominaciones o influencias climáticas, o distintas añadas, aquí las variaciones son casi infinitas.

 

Otra opción es realizar una cata comparativa de las diferentes tipologías de vinos. Podemos elegir 3 o 4 marcas de tipologías distintas, que pueden ser: un espumoso, un blanco, un rosado, un tinto o un generoso. Es importante ordenar los vinos antes de catar del más suave al más intenso, para así evitar que los aromas y sabores del anterior enmascaren el vino que estamos degustando.

Pueden encontrar estos vinos en cualquier supermercado, en una tienda especializada –física u online-. Si no están seguros de su elección, pidan ayuda a los profesionales.

Elementos para la cata

Una vez que tengamos hecha la selección de los vinos, necesitaremos los siguientes utensilios para la cata:

- Sacacorchos.

- Una copa para cada vino. Si esto no es posible, siempre podemos enjuagar la copa con agua entre un vino y el siguiente.

- Mantel o servilletas de color blanco

- Vaso grande de plástico no transparente para usar como escupidera (opcional).

- Agua: para mantenernos siempre hidratados, pues el agua hará que catemos mejor.

- Picos o trozos de pan, especialmente si se catan vinos con mucho tanino.

- Papel y lápiz, si quieren hacer sus propias “notas de cata”.

Fases de la cata

Ahora sí, comenzamos la cata que dividiremos en tres fases: visual, olfativa y gustativa. La idea es dedicar un tiempo a cada una de estas fases, pues nos pueden aportar información diferente.

Fase visual:

En esta fase se pueden ver varias cosas: si el vino es o no joven, si presenta alguna turbidez, si se muestra con un color ocre que nos pueda hacer pensar que no se encuentra bien. El volumen y grosor de la lágrima, nos puede indicar si el vino tiene o no mucho alcohol antes de probarlo. Lo más básico en la fase visual es saber que para los vinos blancos la evolución del color va del pajizo al dorado e incluso caoba, siendo el pajizo el que muestra menos vejez o evolución. En los tintos, esta evolución o juventud se ve a través del ribete, que es la unión entre el cristal y el vino cuando inclinamos la copa 45º sobre un fondo blanco. Aquí debemos saber que el violeta es un color ligado a la juventud del vino y los toques anaranjados están más vinculados a la vejez.


   

Fase olfativa:

 


El siguiente paso consiste en ver si la información obtenida en la fase visual se traslada de alguna forma al mundo olfativo. Los aromas nos mostrarán otro gran volumen de información. No debemos olvidar que el vino proviene de una fruta y, como tal, tenemos que discernir el tipo de fruta que posee, si muy fresca, si madura, sobremadura, confitada, etc. También debemos intentar descifrar si el vino ha sido sometido a alguna crianza, con matices que nos recuerden a la madera o a notas ahumadas, etc… Por último, intentaremos descifrar si la edad del vino que considerábamos a nivel ocular, se traslada también a nivel olfativo. La presencia de aromas muy primarios como la fruta nos puede ayudar a conseguir nuestro objetivo.

Fase gustativa:

Por último, degustaremos el vino en copa. Afinamos los sentidos de la boca, queremos saber las cosas más sencillas como si es ácido, amargo, salado, dulce, si tiene mucho tanino –sensación astringente-, si tiene mucha fruta y si esta es muy madura o poco madura. También deberemos prestar atención al tiempo que dura el sabor del vino en nuestra copa una vez ingerido, lo que algunos llaman caudalías.

   

Con todos estos trucos todavía no será un experto pero sin duda empezará a descubrir una forma diferente de degustar el vino. Lo más importante es prestar atención a todo lo que sucede mientras prueba el vino y anotar la información si usted es de memoria débil. Con todo, seguro que querrá investigar y avanzar más en el mundo de la cata, por lo que le animamos a asistir a nuestros cursos de cata que en breve volverán a estar activos para todos los amantes del vino.

    Escrito por Redacción