Pepe Mendoza Giró de Abargues 2018, Vino Revelación Guía Peñín 2021 

27 octubre 2020

La decisión no ha sido fácil pero ya tenemos el Vino revelación de la Guía Peñín 2021, un vino revelador que marcará un antes y un después en las futuras elaboraciones de la franja levantina.

Les presentamos Pepe Mendoza Giró de Abargues 2018. Lo más relevante del vino viene, como siempre, de su cata, que es una de las razones que le ha traído directamente aquí. Lo que más nos sedujo de él es su expresión terrosa y su elegancia. Se trata de un vino de color brillante y con aromas muy raciales. Es un vino diferente, con personalidad, silvestre y con un sutil matiz herbal. Históricamente la variedad giró ha sido confundida con la garnacha, sin embargo, recientes estudios de ADN han demostrado que no es así. Lo que su creador nos ha traído a la copa es una demostración viva del carácter singular de la uva giró, no de la garnacha, perfectamente representada por su terruño.

La historia de la uva giró guarda tras de sí muchas de sus certezas estilísticas que hoy día podemos encontrar en ella. Su presencia en Alicante se establece en la Marina Alta, con la segunda repoblación varietal de uva en la región tras la expulsión de los moriscos en 1.606 por Felipe III y la peste bubónica sobre 1680. Esta variedad, originaria de Cerdeña, la implantaron en España los mallorquines, y guarda en su ADN un pedazo del mediterráneo, donde se encuentra en su máximo esplendor.

Que la giró haya sobrevivido tantos siglos en la zona, incluso a la replantación del viñedo que tuvo lugar tras la filoxera, tiene una explicación. Su desarrollo en la Marina Alta, concretamente en la aislada zona del Vall de Pop, garantizó que estuviera olvidada de las influencias comerciales y políticas de Valencia y Alicante. Así que en este rincón casi olvidado de la geografía española el tiempo pasó y la uva perduró.

En cualquier caso, su presencia en estas tierras y así como en Mallorca no ha sido nunca voluminosa debido a su baja producción y lo susceptible que es de contraer enfermedades. Quizá a partir de ahora empiece a ganar más peso en estas regiones mediterráneas donde se cultiva.

Hablar de Pepe Mendoza es hablar de una de las personalidades del vino más relevantes al este de la península ibérica. A este gran representante del vino levantino se le debe el valor de poner al alza la fuerza expresiva de los vinos de carácter mediterráneo a través de diferentes líneas productivas. En un primer momento lo hizo con vinos destinados a alcanzar al gran público; y en un segundo paso, en elaboraciones próximas al consumidor más sensible, aquel que desea vinos más complejos y sinceros.

La historia de la uva giró guarda tras de sí muchas de sus certezas estilísticas que hoy día podemos encontrar en ella. Su presencia en Alicante se establece en la Marina Alta, con la segunda repoblación varietal de uva en la región tras la expulsión de los moriscos en 1.606 por Felipe III y la peste bubónica sobre 1680. Esta variedad, originaria de Cerdeña, la implantaron en España los mallorquines, y guarda en su ADN un pedazo del mediterráneo, donde se encuentra en su máximo esplendor.

Que la giró haya sobrevivido tantos siglos en la zona, incluso a la replantación del viñedo que tuvo lugar tras la filoxera, tiene una explicación. Su desarrollo en la Marina Alta, concretamente en la aislada zona del Vall de Pop, garantizó que estuviera olvidada de las influencias comerciales y políticas de Valencia y Alicante. Así que en este rincón casi olvidado de la geografía española el tiempo pasó y la uva perduró.

En cualquier caso, su presencia en estas tierras y así como en Mallorca no ha sido nunca voluminosa debido a su baja producción y lo susceptible que es de contraer enfermedades. Quizá a partir de ahora empiece a ganar más peso en estas regiones mediterráneas donde se cultiva.

Hablar de Pepe Mendoza es hablar de una de las personalidades del vino más relevantes al este de la península ibérica. A este gran representante del vino levantino se le debe el valor de poner al alza la fuerza expresiva de los vinos de carácter mediterráneo a través de diferentes líneas productivas. En un primer momento lo hizo con vinos destinados a alcanzar al gran público; y en un segundo paso, en elaboraciones próximas al consumidor más sensible, aquel que desea vinos más complejos y sinceros. Este primer enfoque lo desarrolló con maestría en la bodega familiar Enrique Mendoza, en Alfaz del Pi, donde poco a poco se fueron viendo los atisbos de unas elaboraciones cada vez más cuidadas y más vinculadas a la viticultura local.

Pepe MendozaPepe Mendoza

El segundo, viene de la mano de su proyecto personal Pepe Mendoza Casa Agrícola, donde da rienda suelta a su vocación creadora, con interpretaciones muy personales y frescas de variedades históricas en la zona, como es el caso de esta giró que hoy os presentamos.

Los viñedos

La viña de la que proceden las uvas de este Pepe Mendoza Giró de Abargues 2018 se encuentra entre los 350 y 600 metros de altitud, a tan solo 700 metros en línea recta con el mar. El tipo de cultivo desarrollado por Pepe aquí es en vaso, ecológico y secano, algo muy relevante para él en la carrera por mostrar vinos de un marcado carácter mediterráneo. El hecho de estar el viñedo tan cerca del mar le aporta mucha frescura nocturna gracias al rocío, por lo que teniendo la cepa equilibrada en carga, le permite llegar al momento de la madurez de manera fresca y con buena acidez. Algo que se percibe en el vino de manera muy evidente. Eso sí, este aporte de humedad nocturna sumada al calor de la región hace que haya que trabajarla de manera muy intensa para controlar su sanidad.

El vino se elabora bajo un principio de “mínima intervención”, principio básico para su creador ,ya que tal y como él lo describe “si las uvas tienen un gran potencial no hace falta mucha técnica ni una gran extracción para elaborar un vino singular”. Tiene razón Pepe Mendoza, pues el exceso de intervención humana en los vinos es lo que hace que se desvirtúen los estilos propios y autóctonos de cada región.

Resulta llamativo y clarificador ver que, a pesar de haber heredado una bodega muy centrada en la elaboración con varietales extranjeros, Pepe Mendoza ha evolucionado hacia unos vinos más sinceros, directos y menos intervencionistas. Él mismo afirma que se ha dado cuenta de que ”la única manera de hacer perdurar los vinos mediterráneos es conjugando la viticultura tradicional en ecológico y secano, con las cepas en vaso y en viñedos de uvas autóctonas”. Toda una afirmación de alguien que conoce perfectamente los dos lados del campo.

Pepe Mendoza no está solo en esta carrera por lo local y autóctono, existen más elaboradores que están apostando por esta filosofía de hacer vino. Hablamos de Aida y Luis (Bodega Aida y Luis), Oscar Rico (Bodegas Riko) o Violeta y Alberto (Bodega Curii).

Pepe Mendoza Giró de Abargues, representa no solo la tipología de vinos del siglo XXI, más amables en boca, con crianzas más escuetas, menos invasivas, sino la culminación de los varietales más locales en tierras donde la expansión internacional ha sido una tendencia.

La bodega

Este vino marcará además un antes y un después en la zona, ya que muestra una tipología de vinos sensiblemente menos cubiertos, más frescos y sutiles, pero siempre con su carácter mediterráneo presente y alejado de los estilos atlánticos de otras zonas. Seguramente este Giró de Abargues servirá a otros muchos productores como inspiración para trabajar también en este sentido, por eso este vino es tan revelador.

Además, y para culminar, vemos la esencia de un paisaje, de unas viñas viejas, de un varietal del que se ha tenido que corregir el discurso para posicionarlo donde merece, tal y como le pasó en su momento a la garnacha. Una uva de la que antes no se esperaba gran cosa y que en las manos apropiadas ha alcanzado nuevas cotas de calidad.

    Escrito por Carlos González, director de la Guía Peñín