Cata histórica de Marqués de Riscal: El poder del tiempo

10 octubre 2022

Hace una semana tuve la inmensa fortuna de ser invitado a una de las catas más importantes a las que he acudido en mi vida, allí se iban a catar vinos de ¡160 años! Un hito histórico ya que hay muy pocas bodegas en el mundo que tengan vinos embotellados de estas añadas y Marqués de Riscal es una de ellas. El motivo por el que sí tienen vinos embotellados desde hace más de un siglo y medio es porque ellos vendían el vino embotellado, no así otras bodegas históricas de la Rioja que en sus inicios vendían el vino en barrica para embotellar en destino. Este hecho diferenciador ha convertido a la bodega Marqués de Riscal en auténticos guardianes del tiempo y de la historia de los vinos de Rioja y España, cuyo poder supera incluso el valor de la marca convirtiéndolos en un auténtico patrimonio vitícola mundial.

La visita constó de dos partes. La primera fue la noche anterior a la cata histórica en la que Alejandro Aznar, presidente de la bodega Marqués de Riscal, nos presentó el nuevo vino que se va a lanzar al mercado bajo la marca Las Tapias; un vino de corte moderno en el que se quiere significar el viñedo más icónico de la bodega. El vino que se venderá primero en la plaza de Burdeos, como es costumbre de los grandes châteaux franceses, sale con la añada 2019 y muestra unos matices muy acordes con el estilo de la casa, es decir, tiene modernidad pero no juventud en aromas. En nariz es maduro, potente y complejo, con ligeras notas de cuero curtido bien equilibradas con los matices especiados de la crianza en barrica. En boca es sabroso, potente pero tremendamente redondo, con un tanino perfecto. ¿Probarán este vino profesionales del vino dentro de 100 años?

Sala de barricas de Marqués de Riscal                      

Al día siguiente empezamos la jornada visitando las instalaciones de la bodega y viendo “in situ” la entrada y selección de uvas que formaran parte de los futuros reservas 2022. Después pasamos por la sala de barricas donde nos explicaron su “hacer” en la crianza de los vinos y por último, entramos en los antiquísimos botelleros aislados del devenir cotidiano. Allí pudimos ver cómo sacaban de su estancia botella a botella las protagonistas que iban a ofrecer todo el recital de historia líquida. Esto ya nos dejó ojipláticos y nos preparó mentalmente para el solemne acto que íbamos a presenciar y degustar. En la sala de cata fuimos tomando posición los 25 afortunados venidos de todo el mundo (UK, USA, Australia, Alemania, Francia y España).

El desarrollo de la cata contó con una gran cantidad de profesionales de la bodega que se encargaban de llevar de manera individual en su cajita correspondiente todas las botellas desde los botelleros hasta la sala donde se fueron degollando, al estilo tradicional, una a una cada botella. La ceremonia corrió a cargo de Paco Hurtado, quinta generación de la familia fundadora y director técnico de la bodega, acompañado brillantemente de su hijo Luis Hurtado, responsable técnico del grupo en Rueda. En un primer momento  todas la botellas recién degolladas fueron chequeadas una a una por Paco antes de ser servidas… como más adelante os comentaré, había mejores y peores añadas, ya que la intención de esta majestuosa cata era comparar los vinos de la antigua etapa prefiloxérica de la bodega (Siglo XIX), con la “nueva”, tras los injertos primeros años del siglo XX, para después recorrer la consolidación del vino de la casa en las décadas posteriores, 20’s, 30’s, 40’s, hasta 1964. La selección de las añadas a catar las ha realizado de manera muy inteligente a la par de objetiva Juancho Asenjo, un gran conocedor de la cata y la historia de Marqués de Riscal, que seleccionó añadas buenas, malas y vinos de momentos de inflexión de la bodega. ¡Chapó Juancho!

Paco Hurtado, quinta generación de la familia fundadora y director técnico de la bodega
Momento de la recogida de las botellas previo a la cata         


Uno de los puntos clave de la cata fue comparar los vinos de la etapa prefiloxérica, vinos anteriores a 1900, a la ya moderna con patrón americano. En este punto hay que decir que los vinos previos al ataque de la filoxera mostraron más cuerpo y estructura que los de principios del XX, ofreciendo más complejidad en nariz y en matices en su conjunto. De estos vinos se sabe que eran una mezcla de tempranillo, cabernet sauvignon, graciano pero también de uvas blancas. Las elaboraciones no estaban controladas, por lo que las crianzas en barrica eran una fase muy importante y la selección de la madera era básica. Enológicamente la casa, Marqués de Riscal, tenía el control técnico de Jean Pineau. Enólogo francés que trabajaba en Chateau Lanessan y que propició cambios técnicos en esta bodega y otras de la zona en el llamado “Medoc Alavés”, una iniciativa político empresarial de mediados del siglo XIX que tenía como objetivo mejorar los procesos de trabajo en viña y bodega a fin de obtener vinos más finos y de mayor posibilidad de guarda.

Vinos del siglo XIX

  1. 1862: Pineau. Medoc alaves.9,1% y 3,49pH. Quedan 15 botellas, de las cuales 2 se abren para la cata…. Por lo que sólo quedarán 13 botellas. Color caoba claro, notas de teja en el borde. Aroma muy complejo, amplio, notas de humedad (ligeros champiñones) toda la gama de cueros, especias dulces, algo de acetaldehídos. En boca es muy sabroso, la acidez es muy vibrante y hace de columna vertebral sobre la que se apoyan los ligeros matices de frutos secos, tostados y taninos finísimos…. Un homenaje. Con el tiempo se abre a matices de soja y Umami.
  2. 1863: Medoc alavés, 11,5% 3,77pH. La fruta está algo más licorizada, las especias dulces están más presentes, notas de botica y con cierto exotismo. La boca es muy vibrante, la acidez está muy presente, hay más sensación de acetaldehído y de recuerdos jerezanos.
  3. 1870: 11,40% 3,50 pH. Sube mucho el nivel. Tiene más color. La nariz es mucho más limpia, elegante, notas de cuero, frutos secos, especias dulces. En boca es otro mundo, especiado, profundo, la acidez está más comedida y equilibrada. Es muy largo y elegante.
  4. 1871: 11,2% 3,54 pH. El color es similar. En nariz hay fruta más licorizada, caramelo, tostados ligeros. En boca la acidez vuelve a tomar la palabra, aun teniendo notas maduras se equilibra por la acidez.. es largo y profundo.
  5. 1876: 11% 3,50 pH. Color similar muy limpio. En nariz hay más notas de cabernet y un ligero fondo humedad. En boca es sabroso, estructurado, largo, la fruta es maduro, algo de acetaldehído.


  1. 1884: 10,6%. 3,50 pH. Color similar, muy vivo. En nariz salen notas de bajamar y también sanguíneas. La fruta está casi desaparecida pero el vino es muy vivo. En boca es muy sabroso, la acidez está muy equilibrada, es persistente, frutal, largo, ahumado, tostado, tabaco.
  2. 1886: 11,1%. 3,54 pH. Color similar caoba claro. Aroma cítricos, piel de naranja, especias dulces, tostados, fruta escarchada. Sabroso, largo, especiado, profundo, buena acidez, tanino aún presente.
  3. 1892: 10,7%. 3,47 pH. Aroma cuero, terciarios, café, ahumado, chocolate. Acidez muy presente nuevamente, después aparecen los matices terciarios de cuero, café y tostados… muy complejo e interesante.
  4. 1899: 11,3% 3,60 pH. Caramelo, toffe, moka, notas de brandy y madurez. La boca es más dulzona, acetaldehído y opulencia. La acidez le da una gran expresión y complejidad en boca y le equilibra.

De esta primera etapa de vinos, vinos prefiloxéricos los mejores son de 1870, 1871, 1892 y 1892.

Vinos siglo XX

Seguidamente catamos los vinos ya postfiloxéricos, vinos que provienen de viñedos replantados e injertados sobre patrón americano (rupestris de lot). Por lo que los primeros años debidos a la juventud de sus cepas dan vinos de menor nivel.

En estos vinos las variedades mayoritarias ya son tempranillo y algo de cabernet sauvignon, elaborándose en algunas añadas el Reserva Médoc un Reserva especial, que sólo se hacía en años de calidad extrema de uvas y en la que se utilizaban variedades francesas en su elaboración. Son vinos que no se comercializaban como los otros reservas.

  1. 1909: 9% 3,46 pH. Tempranillo y graciano. Color caoba claro. Aromas ligeros, las especias dulces, tostados, ahumados. En boca es ligero, suave, tanino muy ligero. Es el más ligero de la cata, pero está muy vivo.
  2. 1911: 10,3% 3,50 pH. Aroma tostado, tabaco, carbón, fosforo quemado. La boca es ligera, suave, acidez agradable. Sigue teniendo cuerpo ligero pero con matices muy muy limpios.
  3. 1918: 11% 3,40 pH. Aroma fruta madura, complejo, especias dulces, tostados presentes. Boca algo tostado, ahumado, la madera aparece en un primer plano.
  4. 1922: 13% 3,66 pH. Notas de fruta madura, incluso algo de cassis, especias dulces (canela), terroso. Boca madura, sabroso, corpulento. Parece un vino de hace 30 años y no de 100 años. De los mejores.
  5. 1924: 11,4% 3,4 pH. Tempranillo. Aromas más tostados, café, chocolate, frutos secos. Bocón, sabroso, fruta madura, tanino muy vivo, sabroso y persistente.
  6. 1928: 10,1% 3,14 pH. Toffe, caramelo, fruta al licor, cuero. Boca es algo más ligero y la acidez está mucho más marcada, al ser de una añada más fría. Aun así tiene buena persistencia.
  7. 1935: 11,9% 3,35 pH. Complejo, tostado, ahumado, fruta madura, especias dulces, notas herbales que probablemente le dé el cabernet. Boca sabroso, largo, especiado, maduro, tostado… muy bueno.
  8. 1936: 11,4% 3,41 pH. Notas acetona, algo de cuero marcado (ligeros bretts) fruta madura. En boca está algo marcado por los cueros pero tiene buena acidez y complejidad.
  9. 1945 Reserva Medoc: 11,3% 3,21 pH claras notas de cabernet. La madera está presente, tostados, notas de fruta al licor. Sabroso, potente, largo, especiado, carnoso. Es con diferencia el mejor vino de la cata, muy complejo, especiado, la fruta aún está muy presente y en la boca la estructura es envolvente y excitante. Uno de los mejores vinos que he bebido en mi vida.
  10. 1946: 11% 3,19 pH. Aroma cueros, especias dulces, hojarasca. Boca sabrosa, buena acidez, largo, especiado.
  11. 1948: 11,5% 3,46 pH. Aroma pan tostado, algarroba, algo de coco. Boca especias dulces, tostado, buena acidez.
  12. 1952: 10,8% 3,36 pH. Dulzón, hierbas cocidas, acetaldehído, caramelo, chocolate. La boca es sabrosa pero algo desconectada la acidez y el dulzor
  13. 1955: 10,8% 3,55 pH. Notas de cueros muy presentes (algo de Brett), tabaco, ahumado. En boca hay algo complicado.
  14. 1961: 11,6% 3,5 pH. Aroma de fruta madura, algo de licorosidad suave, canela, tostados ligeros. Sabroso, especiado, largo.
  15. 1964: 12,2% 3,57 pH. Complejo, elegante, fruta madura, especias dulces, tostado, ahumado. Boca sabroso, buena acidez, largo, especiado, largo.

De esta tanda de vinos del siglo XX destacan varias añadas que muestran el verdadero potencial de esta zona, uvas y elaboración: 1922, 1935, 1961, 1964 y sobre todos ellos 1945.

Dado que son vinos que no se encuentran a la venta, no he entrado en la puntuación de cada uno, sino sólo de los más puntuados, es decir únicamente menciono los vinos de Podio, aquellos que han superado los 95 puntos.

  • 1870  97 puntos
  • 1871  95 puntos
  • 1892  95 puntos
  • 1899  96 puntos
  • 1922  96 puntos
  • 1935  97 puntos
  • 1945  100 puntos
  • 1961  95 puntos
  • 1964  97 puntos

Por último y como colofón ponemos el foco en Barón de Chirel, un vino emblemático de la casa que supuso, allá por los años 80, el pistoletazo de la salida a lo que se conoce como vinos rioja modernos “de autor”. Vino con mayor selección de uvas, concentración y crianzas en barrica más intensas, que cada año posee un aporte diferente de Cabernet Sauvignon.

    Escrito por Carlos González, director de la Guía Peñín