El enoturismo, una apuesta segura para la era post-COVID 

18 mayo 2021

El turismo del vino se presenta como alternativa atractiva para los visitantes y rentable para las bodegas

El turismo es uno de los sectores más castigados por la pandemia de la COVID-19, pero tras algo más de un año de restricciones, se empieza a ver un poco de luz al final del túnel y la buena noticia es que el turismo asociado al mundo del vino, lo que conocemos como enoturismo, tiene muchas opciones de convertirse en una alternativa de futuro tanto para los propios visitantes como para las bodegas y empresas vinculadas a este sector.

Qué dicen los expertos

El turismo rural y de naturaleza, en el que podemos enmarcar también el enoturismo, son algunas de las actividades y experiencias que más rápido se recuperarán tras la crisis, como se concluye en un informe realizado por la consultora DNA Turismo y Ocio titulado En busca de escenarios y recetas para una nueva era en el turismo’, que se hizo público el pasado mes de abril. Según el estudio, el hecho de que estas empresas presten parte de sus servicios en espacios abiertos y naturales, que favorecen el mantenimiento de la distancia social y donde no suele existir masificación, da a los visitantes una sensación de mayor seguridad y contribuirá a la rápida recuperación del sector, algo que ya se ha observado claramente con el turismo rural durante las vacaciones de Navidad y Semana Santa, donde muchos establecimientos se encontraban al 100% de ocupación. 

Para los turistas

Pero, ¿qué pasa con los turistas? ¿Realmente es una buena opción apostar por el enoturismo? Aquí algunos argumentos que apoyan la tesis de que, en efecto, es una excelente alternativa.

  • Es un turismo seguro. Como se desprende del informe de DNA, es más seguro al permitir realizar parte de las actividades al aire libre o en espacios amplios -las propias instalaciones de las bodegas lo son- y no suele estar masificado.
  • Está cerca. Hay museos del vino y bodegas que se pueden visitar por todo el territorio nacional y esto permite hacer una escapada breve, apta para un puente o fin de semana y asequible para todos los bolsillos, ya que si está cerca del domicilio del visitante no le obliga a pernoctar fuera de casa.
  • Distintas actividades. El enoturismo permite realizar en el mismo día diferentes experiencias: visita a la bodega, visita a un museo del vino, conocer los municipios de la zona, degustar la gastronomía local, senderismo…
  • Amplia oferta. Hay rutas del vino –a día de hoy 32 adscritas a la Asociación Española de Ciudades del Vino- y cientos de bodegas repartidas por toda España.
  • Apto para todos los públicos. No es necesario contar con conocimientos en el mundo del vino para disfrutar de estas actividades. Cualquier visitante, desde el menos iniciado al más entendido, puede hacer enoturismo.

Infografía perfil del visitante rutas del vino

Para las bodegas

¿Y en el caso de las bodegas? ¿Merece la pena apostar por estas actividades en la época que estamos viviendo? Las experiencias en torno al enoturismo en países como EE.UU y Australia apuntan hacia el sí.

  • Tiene futuro. Los expertos aseguran que el sector se podrá recuperar rápidamente tras la crisis por las especiales características que ya hemos visto que tiene este tipo de turismo.
  • Los turistas compran cada vez más vinos. En España, el gasto medio por visitante en la tienda de una bodega es, en la gran parte de los casos, considerablemente superior al precio medio de la visita, según el último Informe Anual sobre las Visitas a Bodegas y Museos del Vino asociados a Rutas del Vino de España, realizado por Acevin en 2019, antes de que comenzara la crisis de la COVID-19. Este gasto medio por visita, además, se vio incrementado porcentualmente con respecto a 2018.
  • Menor estacionalidad. Según los datos recogidos por Acevin en el informe antes mencionado, el enoturismo se practica de manera más o menos estable durante todo el año, por lo que es menos estacional que otros tipos de turismo, que suelen estar más concentrados en los meses de verano o en vacaciones de Navidad y Semana Santa.
  • Publicidad para la bodega. Según las encuestas realizadas por Acevin, más de un 40% de los visitantes a las bodegas acuden tras las recomendaciones de amigos y conocidos. Asimismo, es muy frecuente que, tras la visita, los turistas se conviertan en compradores habituales de sus vinos.
  • Regeneración rural y crecimiento económico. El enoturismo no solo beneficia a las bodegas, sino también a otros negocios locales y contribuye al crecimiento económico de la zona: restauración, tiendas, otras actividades de naturaleza, etc.

Infografía actividades y gasto medio enoturistas

Rutas del vino

No todas las bodegas que ofrecen actividades enoturísticas están asociadas a una Ruta del Vino, pero lo cierto es que actualmente la red de rutas por todo el territorio nacional es bastante amplia: a día de hoy forman parte de Rutas del Vino de España cerca de 800 municipios de toda la geografía española, 32 Consejos Reguladores de Denominaciones de Origen y unas  70 entidades públicas o privadas relacionadas con el sector turístico y la cultura del vino.

    Escrito por Redacción