8 viñedos en España que son un espectáculo

6 April 2021

Ahora que la pandemia nos impide viajar con libertad y que soñamos con poder visitar algunos de los parajes más bonitos de España, les traemos estos paisajes vinícolas a través de un simple clic. No hace falta salir al extranjero, en nuestro país podemos disfrutar de algunos de los viñedos más espectaculares del mundo. Algunos son singulares por su topografía imposible, otros por haberse desarrollado entre bellos fenómenos geográficos como ríos, valles y montañas; otros, simplemente, crecen en tipos de suelos poco comunes y que nos regalan imágenes de un color excepcional. Acompáñennos, no se arrepentirán.

1. Ribeira Sacra

Nuestro viaje comienza por el norte de la Península Ibérica. Ubicada entre el sur de la provincia de Lugo y el noreste de la provincia de Ourense, se encuentra la Ribeira Sacra. Sus viñas cubren en bancales sembrados de esquistos las laderas de los ríos Miño y Sil, dejándonos una singular fotografía de montañas sembradas de uvas, entre las que predominan las variedades blancas dona branca, godello y treixadura o las tintas mencía y bastardo.

2. Valdeorras

Muy cerca de la anterior y también regada por el río Sil, Valdeorras es una denominación de origen de paisajes mayoritariamente montañosos, cuyos viñedos crecen sobre suelos pizarrosos y graníticos formando en multitud de ocasiones pintorescos bancales. Valdeorras es la cuna de grandes vinos blancos, capaces de aguantar con soltura el envite del tiempo. Ahora ya saben que en Valdeorras no solo los vinos son un espectáculo sino también su paisaje.

3- Bizkaiko Txakolina

Es una de las tres zonas productoras del txakolí que encontramos en el País Vasco. Los viñedos más espectaculares se ubican en laderas bajas cerca de la costa del Cantábrico, cultivados en espaldera para evitar problemas con la humedad. La frondosidad del entorno, el mar y las montañas del lugar hacen que la estampa del viñedo en esta parte de España sea de ensueño. Las tres variedades principales de uva que encontramos en estos viñedos son la hondarrabi zuri, la hondarrabi zuri zerratia y la hondarrabi beltza.

4. Priorat

Ubicada en la provincia de Tarragona, los viñedos de Priorat se asientan sobre una zona montañosa con laderas escarpadas, donde es muy habitual el cultivo en terrazas y costers. Este paisaje se caracteriza por la presencia de un suelo pizarroso de color rojizo y negro denominado “licorella”.  Predominan las viñas de cariñena y garnacha tinta en el caso de las uvas tintas; garnacha blanca y macabeo en cuanto a variedades blancas. El lugar no es apto para personas con vértigo. Muchos de sus viñedos son un desafío en toda regla para el trabajo artesanal de la viticultura. Hay paisajes vitícolas que sobrecogen y este es sin lugar a dudas uno de ellos.

5. Sierras de Málaga

Sierras de Málaga está situada en la parte interior de la provincia malagueña y dividida en varias subzonas, entre las que destacan especialmente la Axarquía y la Serranía de Ronda. Ambas se caracterizan por una compleja orografía con fuertes pendientes que hacen imposible el acceso de maquinaria, por lo que el trabajo de vendimia se realiza manualmente. Los suelos varían entre los rojos mediterráneos con componentes calizos de la parte norte y las pizarras en descomposición en zonas de mayor pendiente como la Axarquía. Entre las variedades blancas, predominan la pedro ximénez y moscatel, pero también abundan las extranjeras chardonnay, gewürtztraminer o riesling. En cuanto a las tintas, encontramos romé, cabernet franc y garnacha tinta, entre otras.

6. Jerez

Jerez no sería Jerez sin la preciosa estampa de viñedos sobre un suelo blanquecino y que puede llegar a parecer nieve. Este característico suelo recibe el nombre de albariza, y toma su color por los altos niveles de caliza que cubren las colinas de la denominación de origen.  Esto favorece el mantenimiento de la temperatura y humedad para conseguir el microclima necesario para estas elaboraciones únicas en todo el mundo. Aquí las variedades “reinas” son las uvas blancas, destacando la palomino fino y palomino de Jerez.

7. Lanzarote

Viajamos al territorio vitícola más meridional de España, las Islas Canarias. Allí, en la isla de Lanzarote, encontramos uno de los paisajes vitícolas de viñas más singulares del mundo. Está asentado sobre una gran extensión de rocas volcánicas (conocidas como “picón”) como consecuencia de la erupción del volcán Timanfaya en el siglo XVIII. El viñedo en la zona de La Geria se cultiva en hoyos excavados sobre esta tierra volcánica. Este sistema, aparte de ser espectacular, permite que la planta pueda aprovechar al máximo el agua del rocío o las escasísimas precipitaciones que se dan al año, al tiempo que la protegen de los vientos alisios,  dejándonos una fotografía que parece sacada de otro planeta. La uva blanca mayoritaria es la malvasía, aunque también encontramos viñas de pedro ximénez, diego y listán blanco, entre otras. Las tintas son, fundamentalmente listán negra y negramoll.

8. La Palma

Nuestro último destino no está lejos del anterior: la isla de La Palma. A pesar de su reducida extensión (poco más de 700 kilómetros cuadrados) está dividida en tres subzonas de producción: la subzona Hoyo de Mazo, la subzona Norte y subzona de Fuencaliente.  En la primera, el viñedo se asienta por encima de los 1.100 m. de altitud sobre el nivel del mar, con pendientes muy pronunciadas. El suelo fértil se encuentra bajo una gruesa capa de piedra que actúa reteniendo la humedad y evitando que salgan malas hierbas. Las variedades que se suelen cultivar a esta altitud son: albillo criollo, listán blanco de Canarias, listán prieto entre otras. La subzona Norte nos presenta un paisaje de viñedo entre pinar, pendientes pronunciadas y cepas que desafían la gravedad a más de 1.000 metros de altitud. Por último, Fuencaliente presenta un cultivo de viñedo tradicional de conducción rastrera, sobre suelos volcánicos poco evolucionados y muy pobres, donde la capa de suelo fértil puede encontrarse a varios metros de profundidad.

    Escrito por Redacción

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