35 años guiando el vino

Viajaba a Chongquing, ciudad china de la que ni había oído hablar y que tiene más de 30 millones de habitantes, a dar unos cursos de vino español en la Universidad de Chongqing y a firmar un acuerdo de formación de vino español a sus alumnos, cuando leo en el avión que solo el 17% de las empresas que se crean llegan a cumplir los 30 años de actividad.

De inmediato me vienen a la cabeza las 35 ediciones de GUIA PEÑIN. ¡Más! Porque las primeras ediciones tuvieron carácter bianual. ¡Se dice pronto! 35 ediciones de la GUÍA PEÑIN, más de 365.000 vinos catados y puntuados, más de 5.000 bodegas visitadas y puntuadas.

Cientos de miles de Guías vendidas en todos los idiomas que imprimimos (español, inglés y alemán) y desde hace más de 15 años sus versiones on-line a las que algún año se unió también la versión china.

Cuántos cientos de miles de kilómetros, de catas en Consejos Reguladores, cuántas visitas a bodegas, cuántos viñedos pateados, cuántas vendimias y cuánta gente del vino conocida por nuestros catadores y por nuestro equipo a lo largo de estos años. Bodegas de toda índole y vinos de todo tipo porque catamos y puntuamos todo.

Y, como el vino tiene una frecuencia anual, pues se repite año tras año la historia. De esta manera mantenemos nuestra “especial relación” con el vino. Puede parecer mentira después de tantos años, pero sigo viendo en la cara de los catadores ese nerviosismo antes de empezar los periodos de cata, ese cosquilleo en el estómago antes de viajar a los Consejos Reguladores, esa emoción mezcla de expectativa y responsabilidad antes de visitar una bodega. Esa satisfacción interna de toda la empresa cuando llegan a la oficina los primeros ejemplares impresos antes de ser distribuidos.
Me conmueve ver al equipo de cata cuando parte a catar con la ilusión propia del que va al fútbol y vuelve con la marca en su semblante del resultado frío y objetivo…. El que haya sido, el que se haya merecido cada vino.

Existimos porque existe el vino español y por eso tenemos LA MISIÓN de, aprovechando nuestro prestigio en todas partes, ayudar a posicionar el vino español en el mundo.

Abogamos desde hace décadas por la SEGMENTACIÓN y parece que los mercados nos dan la razón. Podemos segmentar el vino español por añadas, por origen, por varietales, por tipos de vino, por bodegas, etc. Pero sobre todo y más importante para su comercialización (no olvidemos nunca que el vino hay que venderlo) por sus precios y puntuaciones.

Todo esto nos ha llevado a viajar acompañando al vino español en Salones propios a lo largo del mundo: 15 ediciones del Salón Peñín en New York, 10 en Ciudad de México, otras tantas en Moscú, Tokio, Miami, San Francisco, Hong Kong y más. Ferias internacionales en Dusseldorf, París, Burdeos, Shanghai, Singapur….

¿Cuántas bodegas y bodegueros han tenido su primera experiencia y venta internacional de nuestra mano?

Una labor de prescripción del vino español a lo largo del mundo: importadores, distribuidores, monopolios de países, cadenas internacionales de venta de vinos, prensa internacional, etc.

¿Cuántas llamadas al mes, durante años, de cualquiera de esos grupos pidiendo información, ayuda o permiso para incluir nuestros puntos en sus “tenders” o catálogos?

Nada de todo esto habría sido posible durante estos 35 años si no fuese por un equipo de profesionales y sobre todo de personas que sienten lo que hacen. Desde el fundador José Peñín, a un accionariado increíble y un grupo humano que sobrepasa cualquier elogio que se les pueda dedicar desde estas líneas.

Gracias también a las bodegas y a los bodegueros de este país.

“35 ediciones y “deseamos” 35 más.”