Vinos que debes probar por menos de 10 euros

Nos hemos propuesto acercaros vinos con una excelente relación calidad precio, porque no es necesario dejarse un dineral para disfrutar de un buen vino. Todos los vinos presentes en este post poseen una puntuación mínima de 92 puntos y cuestan menos de 10 euros en tienda. ¡Preparen sus copas!

El sello de la familia Gil, propietarios de la Bodega y Viñedos Shaya,  se ha convertido con los años en una garantía a la hora de adquirir algunos de los vinos que elaboran en sus 11 bodegas repartidas por España. Esta familia murciana donde entra lo hace con todas las de la ley: con su propia bodega, viñedo y con el fin de alcanzar notoriedad en el lugar. El truco para su éxito, entendemos que es un trabajo concienzudo en cada elaboración, aunando producción y calidad. Es el caso de este Shaya 2021, un vino elaborado al 100% con uva verdejo de viñedos viejos de cultivo ecológico, plantadas en vaso, en suelos muy arenosos con una gran cantidad de piedras erosionadas en la superficie.

Este vino ha sido fermentado en acero inoxidable y ha sido sometido a una posterior crianza con sus lías finas aportándole untuosidad, cremosidad y complejidad. Parte del vino fermentó y permaneció en barricas de roble francés. Lo que nos gusta de este vino es que se mantiene fiel al estilo de la verdejo local, con notas anisadas, y un fondo de hierbas secas y flores marchitas muy interesante. La boca es redonda así que nos encontramos con un verdejo con grasa y estructura, balsámico y maduro.

José María Vicente ha llevado a esta bodega a lo más alto de Jumilla desde que a principios de los 90 la familia se hiciera con la espectacular finca donde se asientan sus viñedos, en plena Sierra del Molar. El tino con el que esta casa elabora las monastreles, dándoles una aire más sutil y frutal, les ha servido para abrirse un importante hueco entre los elaboradores de nueva hornada, gracias a una visión menos contundente y estructurada de su siempre nerviosa uva local. Expresión frutal (fruta roja) por encima de todo en este vino directo y sincero. Tiene madurez y un fondo especiado que le dan cierto volumen, aunque sus taninos son suaves y muy amables.

Nos acercamos a la Ribera del Duero donde la casa Vizcarra nos ofrece la posibilidad de disfrutar de este vino de entrada con una excelente relación calidad – precio. Se trata de un vino que procede de un viñedo de una edad media de 15 años. Este vino es sometido a una crianza de siete meses en roble americano y francés. Nos gustó su expresión de fruta roja entremezclada con la sensación de roble cremoso, pues dejaba protagonismo a la fruta además de adentrarse en la generosidad de los aromas a roble. Tenemos pues un vino para todos los gustos, sencillo, pero muy interesante y también muy apropiado para algunos de los platos que exhibirán músculo estas navidades.

Nos dirigimos a Fuenmayor, Rioja alta, donde se encuentra ubicada la bodega Altanza. Esta bodega, fundada en 1998, posee una espectacular finca de 300 hectáreas y un parque de barricas de roble francés abrumador. No es ni lo uno, ni lo otro lo que nos atrajo, sino lo que encontramos en el interior del vino; equilibrio entre fruta y madera, y franqueza en su expresión. Se trata de una elaboración con carácter, con fuerza, más de lo habitual en la Rioja Alta. Esto es debido a su permanencia de 12 meses en barricas nuevas de roble francés y posteriormente 2 meses extra en tinos de roble. A pesar de todo el vino se encuentra en perfecto estado de forma y nos dará mucho juego en la mesa.

Bodegas Vetus es el proyecto toresano del grupo bodeguero Artevino, que vio la luz en el año 2003. Este grupo, fundado en el 93 por Gonzalo Antón, empezó su andanza en el vino en Rioja, con las bodegas Izadi y ya cuenta en su haber con tres bodegas más en Ribera del Duero, Rueda y Toro, donde nos encontramos ahora mismo. Flor de Vetus nos permite disfrutar de un vino de Toro con toda su raza. La uva de este vino procede de la finca que roda la bodega en Villabuena del Puente, en Zamora.  Se elabora con la todopoderosa tinta de toro local y con un aporte de garnacha que le añade un punto floral y de fruta roja que acaba suavizando el conjunto del vino hasta hacerlo muy agradable. El vino posee algunos de los marcados caracteres del roble a los que solemos estar acostumbrados en Toro, pero da bastante protagonismo a la fruta lo que lo hace más equilibrado e interesante.

En Cadreita, Navarra, se encuentra ubicada la bodega Finca Albret, un proyecto que nació en 2002 y que posee una línea de vinos con una excelente relación calidad precio, como este Albret La Loma Garnacha 2020, que nos acerca a las históricas garnachas que poblaban Navarra. Las uvas de este vino proceden de un viñedo de asentado sobre suelos franco arenosos, con abundantes cantos rodados. Se trata de un vino con un cuerpo medio-alto, rico en notas de hierbas de monte sobre un fondo de fruta roja madura y de especias dulces. Un vino sabroso y persistente que nos dejará un largo postgusto en estas fiestas que se aproximan.

Cambiamos el rumbo para dirigirnos a Bierzo, donde cinco hermanos han creado un proyecto de poco más de 13 hectáreas donde recuperar viejas viñas familiares. Su intención “hacer vinos de parcelas singulares y de alta calidad, accesibles y disfrutables”. Así es La Cabeza de Perro 2020 B,  un vino elaborado a base de palomino y dona blanca. Un vino tradicional del Bierzo que combina las variedades más cultivadas de la zona sureste, con climas más frescos y menor insolación. Un vino con interesantes notas a flor seca, fruta escarchada y un pequeño fondo de pastelería. Fermenta espontáneamente con sus levaduras autóctonas en una tina de roble francés. Al terminar la fermentación descansa en depósitos y barricas durante 8 meses con sus lías finas.

Pocas presentaciones requiere ya el proyecto capitaneado por el Master of Wine Fernando Mora y Mario López, en Alpartir, Zaragoza. En su ideario late la recuperación de viejas viñas que encierren un paisaje, cosa que se puede apreciar en muchos de sus embotellados, donde la garnacha es la gran protagonista con alguna que otra excepción y genialidad de por medio. Botijo es su vino de entrada, pero no por ello menos interesante. Las uvas empleadas en su elaboración proceden de viñedos de los parajes de Las Cellas y Sabinar, viñas que se encuentran asentadas sobre canto aluvial con arcilla y caliza. Se trata de un vino desenfadado, con mucha fruta garnachera por medio y alguna que otra flor y hierbas silvestres entre sus aromas. La boca es balsámica, fresca frutal y divertida.

Juan Antonio Ponce nos tiene acostumbrados a grandes vinos. Desde su bodega familiar hacen una interpretación de los vinos de Manchuela que le ha servido el reconocimiento de los ‘wineloveristas’ de nuestro país y también de fuera de nuestras fronteras. Este Clos Lojén es un vino directo, donde prima la fruta (roja y negra) y los matices más primarios, pero lo hace con una gran soltura y genialidad. Aunque esencialmente no es un vino muy complejo, reúne todos los matices silvestres, frutales y florales de los que es capaz la uva bobal. Un vino sabroso y muy interesante que nos permite acercarnos al paisaje de este rinconcito productor.