8 viñedos en España que son un espectáculo
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La relación entre el mundo de la arquitectura y el del vino se ha estrechado en las últimas décadas. Muchas bodegas españolas han entendido que es posible crear espacios de elaboración más sostenibles, respetuosos con el entorno y, al mismo tiempo, bellos estéticamente, construyendo así edificaciones muy atractivas para el enoturismo. Hoy recogemos solo algunos ejemplos de la arquitectura que se está haciendo en el mundo del vino, algunos respetando la imagen tradicional de la bodega y, en otros casos, levantando modernos y vanguardistas templos del vino.
Arquitecto: Iñaki Aspiazu
Estamos ante un buen ejemplo de diseño moderno, funcional y adaptado a la topografía del terreno. Obra del arquitecto Iñaki Aspiazu, la bodega desarrolla toda su estructura bajo la superficie, favoreciendo así que todo el proceso de elaboración se realice por gravedad con objeto de preservar al máximo la integridad de las uvas y que puedan llegar enteras a la fermentación. No existe tolva de recepción y no se utilizan bombas para el traslado de la uva ni para el remontado de los depósitos.
El enoturista goza de una privilegiada vista del viñedo desde el edificio principal y puede contemplar a lo largo de su visita a la bodega cómo se desarrolla todo el proceso de elaboración del vino.
Arquitecto: Javier Arizcuren
El concepto arquitectónico de Bodegas Marqués de Terán diseñado por Javier Arizcuren prima que el proceso de elaboración del vino se produzca de forma vertical. La bodega está semienterrada en la montaña del municipio de Ollauri (Rioja Alta), emulando así la construcción tradicional de las bodegas centenarias de la zona. A las instalaciones se accede a través de un camino que atraviesa el viñedo hasta llegar a la parte alta, donde se encuentran los modernos edificios de barricas y las oficinas con miradores que permiten contemplar el paisaje vitícola del municipio.
Marqués de Terán fue además pionera en Europa en el uso de la geotermia como fuente de energía para la elaboración de sus vinos.
Arquitecto: Norman Foster (Foster & Partners)
Según el estudio de arquitectura Foster & Partners, responsable del proyecto de Bodegas Portia, el edificio de esta construcción ubicada en plena Ribera del Duero representa “el corazón de una flor con tres pétalos”. Esa “flor” o estrella de tres puntas se ha convertido también en el símbolo de la bodega, que aparece plasmado en la etiqueta de todos sus vinos. Acero, madera, hormigón y vidrio son los materiales utilizados para este imponente proyecto, en el que la funcionalidad busca fundirse con el diseño más vanguardista.
Arquitectos: Rogers Stirk Harbour + Partners y Alonso Balaguer y Arquitectos Asociados
Ubicada en la emblemática localidad de Peñafiel, al pie de su famoso Castillo, Bodegas Protos quiere ser una reinterpretación moderna de las construcciones vitícolas tradicionales de la zona. La base del edificio recupera la estructura de bodegas excavadas en el terreno, diferenciándose en ella dos planos: el nivel de bodega para la conservación del vino, totalmente enterrado, y el nivel de elaboración, semienterrado hasta una altura de 4,5 m. El elemento visual más llamativo desde el exterior es su cubierta, compuesta por cinco crujías abovedadas que se orientan hacia el Castillo ofreciendo una vista privilegiada al visitante.
Arquitecto: Santiago Calatrava
Construida sobre una superficie de 8000 metros cuadrados, el edificio de Bodegas Ysios se basa en dos muros de hormigón armado, revestidos exteriormente por lamas de madera en sentido vertical con las que el afamado arquitecto Santiago Calatrava busca conseguir, mediante su reflejo en los estanques, la figura de grandes toneles. El elemento más significativo es la cubierta de la bodega, elaborada con aluminio natural y que combina superficies cóncavas y convexas. El estanque en el exterior de la bodega pretende rememorar la construcción a orillas del Nilo de los templos dedicados a los grandes dioses del antiguo Egipto, ya que el nombre de Ysios evoca el mito de la gran diosa madre, Isis, protectora de la naturaleza.
Arquitecto: Frank O. Gehry
Enmarcadas en la conocida como Ciudad del Vino de Marqués de Riscal (Elciego, Álava), se encuentran dos construcciones muy interesantes a nivel arquitectónico, la bodega original y el Hotel Marqués de Riscal. La primera fue construida en 1860 y en su interior alberga la Botellería de vinos antiguos, también llamada “La Catedral”. Uno de los edificios más emblemáticos es el de la primera ampliación de la bodega, de estilo bordelés (1883) y conocido como “El Palomar”, en el que hoy se elaboran los vinos premium de la bodega. Pero sin duda uno de los elementos más espectaculares del complejo es el Hotel Marqués de Riscal, diseñado por el arquitecto Frank O. Gehry, autor de proyectos tan importantes como el Museo Guggenheim Bilbao, obra esta última a la que recuerda de manera evidente la fachada del hotel por su imponente cubierta de láminas de titanio.
Arquitecto: Rafael Moneo
Diseñada por el ganador del premio Pritzker, el arquitecto Rafael Moneo, la bodega es una unidad que envuelve los tres edificios presentes en la finca: la Torre Cabo de Armerías del siglo XVI, la Casona del siglo XVIII, y la Iglesia de principios del siglo XIX dedicada a San Martín de Tours. Destaca también un arco de grandes dimensiones que da la bienvenida a los visitantes de la finca, que, una vez dentro, pueden disfrutar de una experiencia enoturística completa, con alojamiento incluido. En el interior de la bodega elaboradora, las instalaciones tratan de combinar tecnología y tratamiento artesanal de la uva.
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