¿Sacar los mejores vinos para las cenas familiares de Navidad?

7 diciembre 2022

A muchos de nosotros estas fechas nos obligan a recapacitar. No tanto acerca del año y de la vida misma, temas mucho menos relevantes, sino también de la decisión de qué vinos descorcharé estas Navidades con la familia. Para aquellos que nos dedicamos al mundo del vino no es un tema menor. A lo largo del año hemos realizado compras de vinos especiales que los queremos tener en nuestra pequeña bodega urbanita y que ahora parecen llamarnos a voz en grito para ocupar un lugar importante en estas fiestas.

No sé si es sólo cosa mía, sospecho que no, pero a alguno de vosotros les habrá pasado que ha descorchado un gran vino con sus familiares y no siempre ha tenido el protagonismo que se esperaba. Esa botella que dejas con una pequeña sonrisa en tu cara en medio de la mesa, junto a otras de menor importancia, y que a medida que avanza la velada, ves que pasa sin pena ni gloria, sin ningún comentario trascendental acerca del vino y que en algunos casos se sirve sin tan siquiera ver qué vino se está tomando. Ese momento que nos llena de ira navideña, que nos hace apretar los dientes y repetirnos internamente que será el último año que lo haces. Quizá alguno de vosotros tenga una familia donde todos aprecian y tienen un amplio conocimiento del mundo del vino, pero para los que no, estas situaciones se repiten con demasiada frecuencia y pueden llegar a provocarnos un empacho de frustración.

Los Vinos para estas fiestas, la bipolaridad

La idea es que las navidades vengan con buen vino. ¡Faltaría más! Pero aquí es donde debemos reflexionar sobre qué tipo de buen vino. El común de los mortales se mueve por un impulso marquista a la hora de valorar un buen vino. Sabe que lo que va a beber es bueno porque conoce la marca y su valoración social. Las grandes marcas venden con solvencia en Navidad porque la gente tiene en su mente que se trata de un buen producto. Sólo unos pocos, los descarriados del vino, se atreven a innovar en la mesa, y muchas veces se ven en la obligación de hacer entender el vino novedoso que dejan en la mesa. Como no todo es blanco o negro, creo que el éxito de nuestra misión estará en la bipolaridad de nuestra selección.


Un punto de equilibrio que hará que todos estén a gusto, tanto los familiares más clásicos, como los yernos y cuñados más aventureros. Este punto de equilibrio se encuentra en dar a cada uno lo que está buscando. Por un lado seleccionar marcas consolidadas por su excelente reputación, pero también dejar un hueco abierto a los vinos diferentes, para que tú y tus “followers” podáis disfrutar también de la fiesta de los sentidos que nos da una buena botella de vino.

Algunas pautas

Para confeccionar nuestra lista de compra  debemos seguir unas pequeñas pautas. Por un lado es importante saber qué manjares ocuparán nuestra mesa para entender qué vinos podrían acompañarlos. El juego de las intensidades es importante aquí, plato suave con vino suave y viceversa, todo para que uno no acapare el sabor del otro.

Este paso nos dará las pistas sobre la tipología de vinos que queremos escoger; blancos suaves, frescos, frutales, corpulentos, grasos y especiados, o tintos jóvenes y sutiles para empezar la jornada. Todo esto lo debemos ver como un juego. Nosotros diseñamos un posible orden de vinos, pero casi seguro que el orden acabará roto por algún alma ansiosa que querrá descorchar un vino en particular antes de tiempo.

En nuestro viaje navideño de vinos, aunque incorporemos dos vinos conocidos, debemos hacernos valer y colocar varios de nuestros vinos especiales, porque nosotros tenemos también nuestro corazoncito. Marcas que nuestros familiares no conocen pero que al verlos junto a las botellas más notorias, les haga pensar que se trata de algo bueno. Es preciso puntualizar que no es necesario colocar aquí tus mejores compras del año, sino algunas cosas que has probado a lo largo del año y que por estilo crees que pueden caer bien entre tus familiares.  No es descartable hacer una breve introducción del vino, pero sin pasarse.


El orden es fundamental, puedes colocarlo detrás de un vino famoso si sabes que el recién llegado continuará una escalada cualitativa. Así podrás ver las caras de satisfacción cuando el vino desconocido supere al vino anterior, haciendo que tu ego se multiplique por dos y que te relamas sabiendo que tú tenías razón. ¡Cuidado con los excesos de confianza! Podemos sufrir un batacazo si nos confiamos demasiado.

Son fechas para compartir, aunque pensándolo bien, todas lo son en el mundo del vino. Este año el vino deberá tener el protagonismo que se merece. Tienes muchas formas de seleccionar los vinos con la Guía Peñín, pero también con tu olfato y el de tus amigos del vino, que seguro que tienes. ¿Preparados?

    Escrito por Javier Luengo, director editorial de Peñín