Después de casi 50 años metido en el vino, me siento un afortunado por haber sido un espectador del tiempo en que se han producido los cambios más trascendentales de toda su historia a nivel planetario. Es inevitable recordar a quienes fueron los autores. En este caso, personajes que trabajaron en España porque, de todos los países vitivinícolas, el nuestro es el que más rápido ha cambiado dado que arrancó en peores condiciones que los demás. Hemos pasado de una vitivinicultura campesina a producir vinos de culto.
Ni la fama del Jerez que arrancó a finales del siglo XVIII, ni el pionerismo de Guillermo Hurtado de Amézaga y Luciano de Murrieta, que modernizaron los vinos de Rioja al comienzo de la segunda mitad del siglo XIX, impidieron el retrato maltrecho y global del vino español hasta llegar a este último medio siglo. Durante mi recorrido por los caminos de viñas y bodegas pude ver quiénes fueron aquellos que, con su trabajo en el viñedo y bodega, fueron los primeros en cada uno de los momentos en marcar estilo y, en consecuencia, mejorar nuestros vinos. Algunos son desconocidos y otros aún permanecen en la cúspide de la fama.
Ezequiel García
Ezequiel García, apodado “El Brujo” hay que citarlo como el pionero de los pioneros, capaz de transgredir con su poderío enológico al histórico blanco Monopole, añadiendo una pequeña porción de manzanilla en los años 60. Fue el primer enólogo famoso de la Rioja.