Estamos en unas fechas en las que la tradición está esperándonos a la vuelta de cualquier esquina. La Semana Santa profundiza en nuestras raíces históricas y nos deja no solo los tradicionales pasos de semana santa sino que mira también a la gastronomía tradicional. Así que nos hemos dicho. ¿Por qué no conjugar los tres elementos para traeros un post de tradición al cubo?
En el mundo del vino, hay algo mágico en encontrar el complemento perfecto para los dulces tradicionales. Cada sorbo y cada bocado pueden llevarnos a nuevas alturas de satisfacción. Desde los vinos más intensos hasta los naturalmente dulces, hay un mundo de sabores por descubrir, especialmente cuando se combinan con los postres auténticos de España. Veamos cómo algunos de nuestros mejores vinos tradicionales de Priorat, Málaga, Montilla-Moriles, Ribeiro y Alicante se fusionan perfectamente con los dulces más deliciosos de cada región.
Vinos rancios de Priorat con panellets (Cataluña)
Los vinos rancios de Priorat son como un universo de sabores terrosos, especiados, complejos y de pausada vejez. ¿Qué mejor compañero para ellos que los panellets, esos pequeños pasteles catalanes? Hechos con almendra, azúcar y clara de huevo, y a menudo cubiertos con piñones, estos dulces ofrecen una combinación que hace que cada bocado sea una aventura. La dulzura sutil de los panellets contrasta con la intensidad del vino, combinando una variedad de sabores que harán bailar a tu paladar.
Ranci 2013-2018 - 95 puntos