A algunos les entrará angustia imaginarse en plena canícula ingiriendo un vino de 15,5 grados con un sol de justicia centelleando por los cielos. Sin embargo, la imagen se vuelve mucho más atractiva si en lugar de ese vino tinto concentrado y potente te ves tomando una cerveza fresca. Nosotros, cómo no, somos más de vino. Así que hoy os proponemos varias alternativas para sustituir la caña de este verano por un vino refrescante centrándonos en los divertidos Pét-Nat o vinos ancestrales.
Los pét-nat o Pétillant Naturel son vinos espumosos naturales de una sola fermentación, el método más antiguo de elaboración de vinos espumosos. Se trata de un mosto parcialmente fermentado que se embotella para que finalice la fermentación dentro de la misma botella. Con esto se consiguen vinos espumosos que no han sido gasificados artificialmente, donde la burbuja se muestra fina y donde la fruta posee un especial protagonismo y nitidez. Se trata de vinos que no suelen tener una alta graduación y cuya acidez es muy refrescante y placentera. Para los nostálgicos cerveceros, les diremos que la gran mayoría de estos vinos son cerrados con chapa, así que necesitaréis el clásico abridor para poder disfrutarlo.
Cada vez son más las bodegas que han querido rescatar este método de elaboración, la antesala del método champenoise o de segunda fermentación en botella. En este vino, también conocido como ancestral, se requiere una especial pericia por parte del elaborador. El reto está en conseguir la homogeneidad de producto entre unas botellas y otras, y dar con el punto óptimo de carbónico, acidez y dulzor.
En este refrescante recorrido de hoy os presentamos 8 vinos ancestrales que deberías probar este verano. Tan sólo te hará falta una cubitera con hielo y un par de copas para dar un salto cualitativo en tus momentos más disfrutones este verano.