¡Oh blanca Navidad! 10 vinos blancos serios por menos de 15 euros

Algún sutil observador se habrá dado cuenta ya de que las navidades están a la vuelta de la esquina. El tradicional encendido de las luces navideñas nos habrá hecho sospechar que esta época de fraternidad y concordia nos va a golpear de nuevo con su abusiva fuerza. En el próximo mes y medio se dispararán las comidas y cenas con familiares y amigos, y el vino felizmente cobrará una especial y merecida relevancia. Estamos a las puertas del mayor punto de consumo de vino en España, y para estar preparados hemos querido hacer una selección de vinos centrándonos en los pescados y mariscos que esperamos tengan a bien de llegar a nuestra mesa.

Os proponemos 10 vinos serios que harán de nuestra reunión un lugar de paz, armonía y felicidad. Todos los vinos aquí presentes han tenido 93 puntos en nuestra última edición de la Guía Peñín, que ya está a la venta a través de nuestra web y en librerías. Una selección que encierran diferentes tipologías de vinos blancos complejos por menos de 15 euros.

Nuestra primera parada es en el Penedès, concretamente en la parte más oriental de la DO. A los pies del Garraf crecen las viñas de xarel.lo que alimentan a este vino. La xarel.lo ha experimentado un crecimiento cualitativo descomunal en los últimos 20 años, llegando a convertirse en el argumento de los vinos blancos de toda una denominación de origen. Este Antistiana nos permite disfrutar de esta uva con años de envejecimiento, un vino que cuenta con estructura, con volumen y con un paso por boca graso y envolvente.  

En este recorrido por vinos blancos diferentes y expresivos no podíamos pasar por alto los txakolís vascos. En este caso nos dirigimos a los de Álava, concretamente al Valle de Arrastaria, al norte de la provincia de Álava donde Juanjo Tellaetxe trabaja con minuciosidad sus vinos. La petit courbu es una variedad que procede del suroeste francés, una uva que aromáticamente se la sitúa entre la viognier y la riesling. Las uvas proceden de un viñedo relativamente joven, con una edad media de 10 años. Vides plantadas en suelos de carácter aluvial bajo una climatología eminentemente atlántica. Este vino nos acerca a la mineralidad en el vino a través de matices que nos recuerdan al fósforo y a la piedra seca. Se aprecian en él matices de fruta blanca madura y flores blancas. Es un vino sabroso y largo que nos dará mucho juego gastronómico en estas fiestas.

Si un vino puede trasladarnos de lleno a las singularidades de los suelos de albariza en el Marco de Jerez es éste. Valdespino es una bodega con siglos de antigüedad que ha destacado por la elaboración de vinos de Jerez con el sello del Pago Macharnudo Alto, una de las joyas de la corona del viñedo gaditano. Este Viña Macharnudo Alto es un homenaje a los vinos de suelo, en una tierra marcada por las elaboraciones a veces invasivas en las que suele dominar el método sobre el suelo. Un vino rico en fruta madura, lías finas y con un matices de camomila francamente deliciosos. Es interesante también su parte de fósforo y de tiza que nos acerca a los suelos de los que procede. Un vino perfecto para mariscos y guisos de pescado.

Nos acercamos a Rueda desde la visión de viñedos muy viejos del Pago de Chapirete, ubicado en la localidad vallisoletana de Alcazarén. Viñedos prefiloxéricos, trabajados bajo las premisas de agricultura ecológica y conducción en vaso. Este 100% verdejo nos enseña de lo que es capaz de ofrecer esta uva tan singular como bien conocida por los consumidores españoles. Un vino complejo, pleno y muy untuoso, con un tostado medio que envuelve a las notas de fruta blanca madura. Perfecto para una cena navideña.

Garcíarevalo es una bodega fundada en 1991 en el término de Matapozuelos, en plena D.O. Rueda. Un verdejo que nos acerca a las elaboraciones antiguas, en tinaja de barro, para que podáis ver las diferencias que existen en un mismo origen y con una misma variedad. En esta ocasión las vides de verdejo, 13 hectáreas, se encuentran en el término municipal de Matapozuelos. Se trata de viñas prefiloxéricas de más de 100 años. En él podemos encontrar notas terrosas, quizá por el origen de unos suelos terrosos o por la intervención de la propia tinaja de barro en su elaboración. Destacan los matices de pastelería, de fruta escarchada, flores secas y lías finas. La boca es redonda, especiada y muy larga, lo suficiente para sostener con entereza platos de carnes blancas, arroces o pescados.

Vides Singulares es un proyecto que se encuentra a caballo entre el Val do Miño, la Sierra de Ávila y la Sierra de Gredos, donde recuperan viejos viñedos en los que mostrar la esencia del lugar, a través de un trabajo sincero y directo. Es en la Sierra de Gredos Ávila donde nace nuestra siguiente recomendación. Se trata de un vino de paraje, de uvas de albillo real de varias parcelas ubicadas en el Valle del Alberche, Cebreros, sobre unos suelos graníticos característicos de la zona. Fermenta en depósitos de inox de 3.000 litros para posteriormente pasar a fudre de 3000 litros, de los que se seleccionaron 1.300. Para finalizar se crio seis meses en barricas usadas de roble francés de 400 y 650 litros de capacidad. A destacar las notas anisadas (hinojo), acompañadas de frutas de hueso, frutos secos y notas de pastelería. Un vino de corte oxidativo francamente interesante y diferente.

Continuamos en la senda del albillo real en esta ocasión en la Denominación de Origen Vinos de Madrid y acompañado de un porcentaje de macabeo. Bernabeleva se ha convertido por derecho propio en un referente de los Vinos de Madrid. Lo han conseguido gracias a un trabajo respetuoso con las uvas y creando un estilo de vinos muy locales y con el sello indiscutible de la bodega. El entorno y la mano del hombre dejan la marca de la casa en cada elaboración haciendo de sus vinos unos productos muy particulares y diferenciables. El vino ha fermentado en barricas de 500 y 600 litros y es criado con sus lías finas. A destacar en él las notas de fruta asada acompañadas de flores secas y marchitas y las notas de cera. En boca resalta la fruta madura que nos deja un paso por boca sabroso, equilibrado y ligeramente salino.

Bodegas Valcabadino es un proyecto muy joven. Enrique Domínguez es la cuarta generación de una familia del vino, una familia que pasó de la viticultura y la elaboración de vino a la restauración, haciendo en su restaurante local su propio vino para acompañar los clásicos lechazos de la Zona. Bajo la tutela de Enrique llegó el momento de tomar la decisión, continuar con la restauración o dedicarse plenamente al vino. Y es esta decisión la que nos ha llevado hoy aquí con un vino rupturista en la zona. Valcabadino Larga Custodia es una malvasía elaborada bajo velo de flor durante más de seis meses. Un vino que posteriormente se crio en barricas de 300 litros de diferentes orígenes. Se trata del primer vino blanco elaborado por la bodega, lo que no ha impedido que brille con luz propia. Una malvasía atípica, bien definida, con notas de lías reducidas sobre un fondo de lavadura de flor que lo hace muy interesante.  

Albert Jané es un productor catalán que empezó haciendo vinos en la D.O. Montsant y la D.O. Ca. Priorat, para posteriormente volver a su Vendrell natal donde plantaría viñas alrededor de la masía de su familia. Aunque todos sus trabajos son interesantes, hoy toca centrarnos en su proyecto de origen, Acústic Celler, bajo el que se etiqueta este Acústic Blanc. El vino está compuesto por un 93% de garnacha blanca que en boca de su creador “aporta estructura y capacidad de crianza”. Acústic Blanc es un vino fermentado en barrica donde la madera no destaca sobre el resto de las cosas. El carácter de la garnacha blanca queda plasmado con evidencia a través de notas de fruta blanca madura acompañada de flores secas y marchitas. Las uvas proceden de viñedos de entre 40 y 80 años. La elaboración es todo un galimatías: fermentación y crianza con sus lías durante 7 meses en depósito inoxidable (40%), 3 fudres de roble francés (20%), en ánfora (10%), huevo de cemento (10%) y barricas nuevas de roble francés de 300 y 400 litros (20%). Un vino para disfrutar como protagonista en estas fiestas navideñas.

La familia Gil elabora vinos en diferentes rincones de España, vinos en los que busca la identidad de cada lugar. Shaya es un buen ejemplo de ello, un verdejo muy limpio y directo. Este vino ha sido fermentado en acero inoxidable a temperatura controlada y posteriormente ha permanecido con sus lías lo que le aporta untuosidad. Parte del vino fermentó y permaneció en barricas de roble francés lo que le permitirá ir ganando expresión a lo largo del tiempo. Es perfecto para mariscos cocidos, pescados blancos y azules, pastas en ensalada o embutidos ahumados, así que no será difícil encontrarle un hueco en la mesa.