Entre los logroñeses a la bodega se la conocía como la “bodega del puente”. La bodega, como casi todas las históricas, se afanaban en producir otras bebidas en relación a la norma de las bodegas históricas de elaborar espumosos, vermut e incluso brandy. Así aparece la etiqueta con una diosa amparando el “Coñac de Rioja” que elaboró Franco-Españolas en sus primeros años.
La edificación en su fachada exterior apenas se ha modificado desde su fundación. Consta de 4 naves, dos en cada costado de la fachada principal en línea con la arquitectura bodeguera francesa. Frederic nombró como gerente y también bodeguero a un francés, Alexis Lepine, hasta 1912, siguiéndole otro francés con conocimientos de las prácticas bodegueras que se llamó Paul Denís, terminando su actividad en 1918. Anoto algunos datos inéditos que aparecen en el libro 'La Bebida Española' de Julio Tarín Sabater editado en 1956. Después de terminar la presidencia de Anglade en 1905, la responsabilidad había recaído en Alphonse Dupeyrón hasta 1920, fecha cuando el accionariado español compra la participación francesa encargándose de los destinos de la casa Perfecto García de Jalón y dos años más tarde le sustituye Juan Núñez Achústegui hasta 1926. Más tarde le sucedió en el cargo Salvador Aragón y Barrón antes que en 1938 llegara a la dirección general Pelayo de la Mata y Barrenechea, Conde de San Cristóbal, que dirigió la firma hasta su fallecimiento en 1954, siguiéndole su hijo Hilario de la Mata hasta la compra por parte de Rumasa.