José Moro, el fashion del vino

25 February 2025

Cepa 21 es la “niña de mis ojos” de José Moro, hoy dueño absoluto de este proyecto que nació en la familia Emilio Moro y hoy, por incompatibilidades familiares, navega con velas propias. Javier, su hermano, lleva los destinos de la Bodega Emilio Moro, persona de temple más austero y castellano, haciendo vino con las medidas más o menos en la línea tradicional de un Ribera del Duero. José planteó el proyecto con unos vinos de enfoque más vanguardista donde prima la elegancia.

La primera relación que tuve con su padre, Emilio Moro, fue a finales de los 80 en el restaurante el Mesón de la Villa de Aranda, aquel mesón del matrimonio Sery y su marido Eugenio que, en aquellos años, estaba de moda en la gastronomía nacional. El nombre Emilio Moro chocaba bastante a una persona como yo, perteneciente a la generación de los 40, cuando en aquellos años Emilio el Moro, un famoso cantante cómico andaluz que actuaba tocado con un fez, se hallaba en la plenitud de su carrera musical. Pues bien, aquel tinto que probé por vez primera en el restaurante arandino tenía el corte de aquellos riberas del lechazo, oscuro, carnoso pero buenísimo.

Foto personal de José Moro y sus vinos.
Foto personal de José Moro y sus vinos.
Entrada bodega Cepa 21.
Entrada bodega Cepa 21.

No recuerdo si a sus 28 años José estaba entre los comensales, pero hoy José Moro está en otra galaxia como empresario vitivinícola. Con 65 años bien hechos, con su rostro cincelado a martillo, recuerda a los boxeadores de peso welter, añadiendo su agilidad e incluso “pegada” a la hora de tomar decisiones. Su voz ligeramente ronca transmite ese tono de los que nacieron en el campo, pero con un perfil urbano. Sin el ánimo de epatar, el personaje es capaz de contribuir con un espíritu solidario, saludando al Papa Francisco o al padre Ángel, y al día siguiente reuniendo a lo más florido de la radio, televisión y deportistas para celebrar por todo lo alto el XXI aniversario de la bodega en el Palacio de Cibeles.

Bendecido por la revista Forbes como uno de los 100 mejores emprendedores, es un estratega nato y un excelente relaciones públicas, que se mueve entre la gente afamada en su intento de que el vino sea algo más que un producto de consumo.

Desde el primer momento dirigió los primeros pasos de Cepa 21, implicando como socios y adheridos a la gente del espectáculo, rostros famosos como Imanol Arias y futbolistas como el brasileño Ronaldo, Sanchís y Butragueño. La cosa no funcionó, pues la influencia de los famosos, al no hacer publicidad personal del producto dirigida a grandes masas de consumidores, se centró solo en el entorno amistoso de cada personaje, algo que apenas se nota en la cuenta de resultados de una bodega con reducidísimos márgenes de producto.

Pequeños depósitos de fermentación de Cepa 21.Pequeños depósitos de fermentación Cepa 21.

Si el vino fuera un artículo del lujo con los amplios márgenes que obtiene la moda, relojes, automóviles o perfumes de alta gama, sí sería rentable la influencia de los citados personajes entre el círculo de amigos y conocidos de cada uno. En el sector del vino, con Moët Chandon con su marca estrella Dom Perignon y algunas marcas reputadas de Champagne, son el mejor ejemplo del lujo rentable para minorías

José Moro es consciente de que, entre vigilar cada barrica copa en mano y llevar con denuedo la botella bajo el brazo a los importadores, hay solo un palmo de distancia. Tiene tiempo para recorrer los despachos de los distribuidores e importadores extranjeros y ponerse el esmoquin para rodearse de lo más “cool”. Dice que su intención es hacer un vino diferente. Pero parece que lo que quería es un vino que se apartara de esos cánones del vigor y color intenso que gobernó en la Ribera desde Pesquera. Más bien un vino moderno, más septentrional, de viñas de orientación norte.

La bodega y los vinos.

La bodega de corte minimalista, con un interiorismo limpio, de espacios abiertos y grandes ventanales desde donde se contemplan las 50 hectáreas enlomadas que parecen querer entrar en sus salas. La edificación de tejados blancos a dos aguas en forma baja de dientes de sierra se levanta entre las viñas que la rodean sin alterar el paisaje. La bodega se halla saliendo de Peñafiel a Aranda, en el límite de la provincia de Valladolid con la de Burgos.

Sobre la absurda anécdota del derrame del vino por parte de una empleada resentida le pregunté en broma si había sido una artimaña para que se hablara de la bodega. 

Me respondió que le hubiese salido más barato fichar a la mejor agencia de comunicación y relaciones públicas. No obstante, Moro está contento con la marcha de la bodega, con un crecimiento del 25 por ciento

No repara en gastos para contar con todos los adelantos técnicos de almacenamiento y utillaje, con una envidiable limpieza y orden y con todos los modos enológicos de elaboración y crianza, pisaje incluido.

Caté los vinos de la cosecha 2022, tanto de Malabrigo y Cepa 21 como la 2019 de Horcajo y la 2023 de Hito. El punto en común de todas ellas es la excelente fusión del roble cremoso y la fruta, transmitiendo la elegancia de los nuevos riberas.

Salón Cepa 21.Salón Cepa 21.

Frente a la calidad fuera de toda duda de sus vinos, le dije que le faltaba una diferenciación mayor para ascender desde los 93 puntos de su marca más valorada en la Guía Peñin, a la cota sagrada entre los 95 y 100 puntos, nivel que coronan los vinos no mejores que los suyos, pero sí diferentes, complejos, seductores… “Estoy en ello -me respondió resuelto- no pierdo de vista viñedos antiguos en parajes límite, como Moradillo de Roa, con cepas del pasado: garnacha, albillo, bobal intercaladas en la misma hilera, viñas integradas en el paisaje como ninguna otra”.

Aunque en 2022 se separó de su hermano Javier, presidente de la bodega Emilio Moro, para volar solo, sigue teniendo la misma participación accionarial en la bodega familiar que cuando trabajaba en ella. Tiene cuerda para rato mientras que sus hijas esperan recoger la antorcha de Cepa 21 en el futuro.

    Escrito por Jose Peñín

    Uno de los escritores de vinos más prolífico de habla hispana y más conocido a nivel nacional e internacional. Decano en nuestro país en materia vitivinícola, en 1990 creó la “Guía Peñín” como referente más influyente en el comercio internacional y la más consultada a nivel mundial sobre vinos españoles.

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