
Guía definitiva para disfrutar de los vinos espumosos todo el año
Hoy publicamos las catas resultantes de nuestra última visita a Vilafranca del Penedès donde se encuentran los Consejos Reguladores de las Denominaciones de Origen Cava y Penedès. Más de 530 catas que ya puedes consultar si eres suscriptor premium pinchando aquí. Como va de espumosos la jornada de hoy con los vinos de Cava y los Clàssic Penedès, además de los clásicos tintos, blancos, rosados y dulces que también tiene Penedès, te proponemos la guía definitiva para disfrutar de los vinos espumosos durante todo el año y sin excusas.
El espumoso es víctima de un cliché que se remonta casi desde sus inicios que, por si no lo conoces, te lo contamos aquí. Con una visión muy limitada, el vino espumoso ha quedado reducido a un símbolo de lujo y disfrute; como un simple accesorio de las celebraciones.
La realidad es que siempre es un buen momento para brindar con burbujas. ¿Has sobrevivido a un lunes lluvioso sin discutir con nadie? Brinda. ¿Has encontrado un calcetín que llevaba semanas desaparecido? Motivo más que justificado de celebración. ¿Has encontrado aparcamiento a la primera? Eso se merece un chinchín.
Sí, el espumoso siempre estará relacionado con las celebraciones y festejos; pero siempre hay algo que celebrar. La clave está en saber cómo y cuándo; no se trata de abrir botellas al azar, sino de conocer qué beber en cada momento.
Burbujas para cada estación del año
- INVIERNO: cuando hace frío y el cuerpo te pide estar metido debajo de la manta necesitas un espumoso que te reconforte tanto como mirar la lluvia desde la ventana. Un vino que haya pasado mucho tiempo en bodega bajo una larga crianza en rima lo que nos lleva a la categoría de Cava de Guarda Superior, donde se incluyen los Grandes Reservas y los Parajes Calificados, vinos con crianzas superiores a los 30 meses, lo que implica vinos más cremosos, con matices más evolucionados, a veces oxidativos que van a la perfección con platos más sabrosos, como el cocido. Sí, lo que lees, los vinos espumosos van genial con el cocido y si no nos crees, aquí te contamos como puedes combinarlos.


- PRIMAVERA: la temperatura comienza a subir, los días son más largos y empiezan a llegar las ganas de salir y disfrutar del buen tiempo. Tu espumoso debe ser justo así: ligero, con burbujas más finas, sabor más fresco y con notas florales. Puedes elegir un vino blanco más joven que no sea ni muy seco ni muy dulce para brindar por las ganas de sentarte en una terraza al sol. La categoría Brut puede ir genial en estas ocasiones, pero tampoco descartes los Brut Nature aunque sean mucho más secos. Aquí pueden funcionar los más jóvenes, como la mal llamada categoría Cava de Guarda, que no deja de ser el espumoso más joven que puede ser etiquetado como Cava. En el caso de los Clàssic, la crianza mínima es de 15 meses, algo que también puede servir para nuestro propósito floral y fresco.
- VERANO: la realidad es que en verano puedes tomar cualquiera que esté bien frío y sea fácil de beber. Las altas temperaturas piden burbujas refrescantes como un cava rosado, un pet-nat o, no tengas miedo, un rosado espumoso con hielo; algo fresco y que pueda acompañar a los días interminables de playa o piscina con amigos o a aperitivos interminables que por arte de magia se convierten en comida.
- OTOÑO: los días se acortan, se vuelven más frescos. Con la caída de las hojas, necesitas levantar el ánimo con un espumoso con algo más de sabor; vinos que piden tranquilidad, una conversación larga y platos más elaborados. Debes elegir algo con más profundidad, vinos con más tiempo en botella y que no sea ni demasiado ligero ni demasiado intenso. Los Cavas de Guarda Reserva y la gran mayoría de los Clássic Penedès, con crianzas medias más largas que los jóvenes espumosos de Cava te pueden servir para tu propósito.
Espumoso y comida: la pareja perfecta
El espumoso solo combina con mariscos y platos lujosos. Error. Un buen vino espumoso se lleva bien con casi cualquier comida; desde lo más clásico hasta lo más sorprendente. Lo importante es saber cuál elegir.
Los espumosos van con casi todo, desde marisco hasta pollo frito, aunque parezca una locura; huye del estereotipo de espumoso y ostras. Aunque no lo creamos, Cava y jamón ibérico o pizza son aciertos seguros. Los rosados son un comodín, lo puedes maridar con carnes blancas, embutidos, o pasta con salsas suaves.
Que los espumosos con algo de azúcar son sólo para los postres es otro error muy común. Prueba a combinarlo con un plato picante, como un curry tailandés, y te llevarás una grata sorpresa. Un buen espumoso rosado dignifica cualquier plato de comida rápida, una hamburguesa o unos nuggets de pollo, la acidez y sequedad de un brut nature neutraliza la grasa y equilibra los sabores. El espumoso también marida genial con comida china o con sushi y si no sabes cómo, en este post te recomendamos algunos con los que acertarás seguro.

En un primer momento, en los orígenes del vino espumoso, solo se atrevieron a probarlo lo más valientes y hoy es símbolo de lujo y celebración. Hoy te invitamos a que seas de los valientes que no esperan a un festejo o buscan alguna excusa para brindar con un buen vino espumoso.
Seamos sinceros: todo es mejor con burbujas y cualquier momento puede ser especial si te lo propones. Recuerda: no necesitas una excusa para abrir una botella, no hace falta esperar a que llegue un gran evento como que te toque la lotería, y no tiene por qué ser complicado o caro. Así que ve y abre esa botella que estabas reservando para “una ocasión especial”, porque la ocasión especial es hoy.