¿Por qué algunos vinos necesitan respirar?

10 April 2025

Si tú hubieras estado 10 años metido en una barrica, ¿a que te gustaría respirar un poquito? ¿Coger un poco de aire antes de afrontar la vida? Pues lo mismo pasa con algunos vinos: necesitan oxígeno para mostrarse en todo su esplendor. Por eso, hoy te explicamos por qué algunos vinos necesitan respirar.

Los vinos son como las personas, algunos son tímidos al principio y necesitan su tiempo para sentirse cómodos y seguros; otros, en cambio, son extrovertidos desde el primer sorbo, listos para impresionar. La clave para disfrutar de cada uno de ellos es darles el tiempo y el espacio que necesitan para mostrar su mejor versión

¿Cómo podemos saber qué vino necesita de nuestro tiempo y cuál no? Sigue leyendo, porque esto te interesa; hoy vamos a desentrañar este misterio y resolver todas las dudas con experimentos, consejos prácticos y errores típicos para que puedas pasar de una buena experiencia a una sublime.

¿Mito o realidad?

Miles de preguntas surgen alrededor del vino y el oxígeno: ¿qué significa respirar?, ¿qué le pasa a un vino cuando respira?, ¿cómo saber qué vinos necesitan un respiro y cuáles están listos para la acción?, ¿cuánto tiempo es suficiente? 

Seguro que alguna vez te ha pasado: descorchas una botella, sirves la primera copa y, al tomarla te parece plano, cerrado o con un aroma extraño; sin embargo, un rato después parece otro. Pues lamento decirte que no, no es magia, es simple y llanamente: química.

Aunque no se vea a simple vista, cuando el vino entra en contacto con el aire, ocurren cambios reales. 

El oxígeno empieza a actuar sobre los compuestos volátiles del vino, principalmente aromáticos, haciendo que éstos se liberen conforme pasa el tiempo, por eso en algunos es bueno darles una dosis extra de oxígeno jarreándolos o poniéndolos directamente en un decantador.

Técnicas para oxigenar tu vino y disfrutarlo al máximo.
Técnicas para oxigenar tu vino y disfrutarlo al máximo.

¿Cuáles sí y cuáles no?

La pregunta del millón, ¿qué vinos necesitan respirar y cuáles debemos dejar tranquilos? El mejor truco es siempre probarlo, si notas que huele poco y raro (como a cerrado o a humedad), entonces probablemente necesitará aire. Generalmente los vinos suelen mostrarse cerrados cuando han sido elaborados en ausencia de oxígeno o cuando el sulfuroso añadido antes del embotellado actúa sobre el vino consumiendo el poco oxígeno que permanece en la botella. 

Los vinos que no han tenido relación con el oxígeno en su elaboración sufren cuando se les descorcha, cuando entra el oxígeno en contacto con él casi por primera vez. Tardan en habituarse, pero finalmente lo consiguen si eres lo suficientemente paciente.

  • Vinos que piden aire: tintos con mucha estructura y taninos marcados. Vinos con crianza en barrica muy evidente, que salen del corcho un poco tensos.
  • Vinos que se asfixian: los vinos con mucha vejez también suelen pedir esta oxigenación, pues han llegado a su madurez encerrados en una botella por muchos años.

El experimento

Error número 1.
Error número 1.
Error número 2.
Error número 2.
Error número 3.
Error número 3.
Error número 4.
Error número 4.

Si eres un poco escéptico y aún no confías en el poder del oxígeno, te proponemos un experimento que puedes hacer en casa. 

No necesitas una bata de laboratorio ni probetas, solo una botella bien escogida y curiosidad.

  • PASO 1. Elige bien tu conejillo de indias. Lo ideal es un tinto con mucho envejecimiento en botella, descorcha los vinos viejos que has guardado con mimo en tu bodega.
  • PASO 2. Abre la botella y sirve tres copas. La primera sírvela nada más abrir la copa; con la segunda espera y deja que repose alrededor de 10 minutos. Y la tercera, decántala o dale vueltas en la copa y espera 20 o 30 minutos.
  • PASO 3. Huele, prueba y compara. ¿Notas la diferencia? ¿Eres capaz de ver cómo se suaviza o revela aromas ocultos? Es probable que la sensación sea más agradable, más expresiva y equilibrada. Hazlo sin prejuicios y con la mente abierta; lo que importa es lo que percibas tú.

En definitiva, airear un vino es importante pero no es obligación. Es una herramienta para disfrutarlo mejor, si sabes cómo y cuándo usarla. ¿La clave? Conocer el tipo de vino que tienes delante: observarlo, olerlo y probarlo. No ahogarlo por exceso de mimo ni dejarlo encerrado por miedo a meter la pata. Hay gente que prefiere disfrutar de esta oxigenación directamente en la copa de forma que van viendo poco a poco cómo el vino cambia conforme avanza la velada. Ésta también es una bonita forma de ver los cambios que allí se producen. Con nuestros consejos, esperamos que vuestra experiencia con el vino pase de ser buena a ser sublime.

    Escrito por Redacción