Nominados a Vino Revelación Guía Peñín 2026: La Araucaria Solera 116 años (1906)

9 October 2025

Nuestro siguiente nominado a vino revelación nos lleva a las Islas Canarias, concretamente a la isla de Tenerife, a una bodega del Valle de la Orotava. Allí, Dolores Cabrera Fernández junto a su marido Pedro Isidoro, han recuperado un viejísimo vino que nos dejó cautivados.


Solera 116 años

94 puntos

Tipo: blanco fortificado

Variedades: malvasía, moscatel y listán blanco

Productor: Dolores Cabrera Fernández - La Araucaria

Zona de producción: DO Valle de la Orotava

La Araucaria Solera 116 años (1906)

La Araucaria Solera 116 años (1906).

La llegada a nuestra copa de un vino oxidativo, tan complejo y expresivo como éste nos cautivó y nos permitió entender parte del pasado elaborador de la isla. Solera 116 es un vino revolucionario desde la sencillez de su origen. Es un canto a los vinos dormidos de Tenerife, vinos que elaboraba la gente pudiente de la Isla. Merece la pena conocer su historia. Estos vinos se hacían el año en que nacía un nuevo hijo y se guardaban hasta que éste se casara. Su elaboración no es un gran misterio: se vendimiaba la uva, se prensaba y el mosto obtenido se encabezaba, al estilo de las mistelas. En el caso de este Solera, el hijo al que iba destinado el vino nunca se casó, por lo que se quedaron las barricas olvidadas en un rincón de la bodega.

El primer heredero de estas barricas fue rejuveneciendo el vino cada año, como si de un vino de Solera se tratase. Cuando Dolores llegó a la bodega, se hizo cargo del vino y fue haciendo lo mismo que su anterior propietario. Parte de la esencia de este vino pasa por su lento proceso de fermentación. Al estar encabezado la fermentación va mucho más lenta y hace que el vino se haga de forma muy pausada, aportando infinidad de matices al vino. Este vino es un ejemplo más de los localismos del vino en España y especialmente de este rincón insular.

Las mujeres son un pilar fundamental en la elaboración de vinos de la bodega.
Las mujeres son un pilar fundamental en la elaboración de vinos de la bodega.
Los vinos de la bodega son el resultado de un gran trabajo en equipo de los trabajadores.
Los vinos de la bodega son el resultado de un gran trabajo en equipo de los trabajadores.

Dolores Cabrera Fernández – La Araucaria es una pequeña bodega que inició su andadura en 2014, de la mano de Dolores, una viticultora que había trabajado durante más de 30 años el viñedo en diferentes bodegas del Valle. Cuando charlamos con ella acerca de “sus vinos”, nos corrigió rápidamente para hablarnos de todas las personas que hay detrás de su proyecto. Sus vinos no son fruto de ella sola, sino de todas las personas que aportan su granito de arena al proceso, desde el campo, donde cuentan con la ayuda de una cuadrilla de mujeres con la experiencia de trabajar el campo durante décadas, hasta la bodega, donde cuentan con la figura de Berto: “Todos somos importantes, todos somos uno”. De hecho, uno de los vinos de su bodega está dedicado a honrar el trabajo de estas mujeres que trabajan el campo en el Valle de la Orotava, de bodega en bodega, y que hacen una labor fundamental para que los bodegueros tengan uva con la que hacer sus vinos.


Trabajan en ecológico 5 hectáreas de viña, pues hace la viña “más sana, más fuerte y más resistente al cambio climático”. En años normales embotellan cerca de 20.000 botellas, aunque en el último año, debido a la sequía embotellaron tan solo 10.000 botellas.

Gracias a este trabajo, esta tipología de vinos sigue viva en la isla, y es por ello un justo nominado a Vino Revelación, por la perseverancia y el convencimiento de que estos vinos no debían perderse. Su presencia en nuestra copa fue como desempolvar un viejo libro que estaba esperando a que alguien lo leyera de nuevo. Tan solo hay 360 botellas en el mercado y se pueden adquirir al precio de 75 euros la botella, un precio bajo si tenemos en cuenta todo el trasfondo que guarda en su interior.

Logo de la bodega La Araucaria.Logo de la bodega La Araucaria.

    Escrito por Javier Luengo, director editorial de Peñín