Nominados a Vino Revelación Guía Peñín 2026: Rodríguez Sanzo Palo Norte 2020

Con cada nueva edición de la Guía Peñín, abrimos una sección de vinos rupturistas. Son los nominados a Vino Revelación del año, elaboraciones que alcanzan la excelencia por caminos no explorados anteriormente. El único requisito para ser un nominado a Vino Revelación es que sea la primera vez que el vino ha sido catado en la Guía Peñín y que como decimos su mera presencia suponga un punto de inflexión en sus zonas productoras. Estos vinos son capaces de abrir nuevas vías de expresión, que serán, o no, seguidas en el futuro por nuevos productores.

Hay vinos que profundizan con renovada fuerza en viejas tradiciones casi olvidadas en zonas de gran tradición vitivinícola y hay otros que abren nuevos caminos, disruptivos en sus lugares de origen; a veces apoyándose en tradiciones elaboradoras de diferentes rincones de España, otras veces haciendo algo insólito. Rodríguez Sanzo Palo Norte obedece a este segundo concepto. Es un vino que bebe de la tradición jerezana y lo hace apoyándose en la tradición local de Rueda. Os explicamos por qué.

Rodríguez Sanzo Palo Norte 2020

Nuestro primer vino revelación nace en Rueda, concretamente en dos viñedos específicos, uno sobre suelo arenoso en Nieva (El Cuerno) y el otro en La Seca (La Morejona), con gravas, subsuelo calizo y textura arenosa. Su creador, Javier Rodríguez es un enólogo experimentado cuya bodega familiar, se asienta en Castilla y León, concretamente en las Denominaciones de Origen Rueda y Toro. Javier es una persona hiperactiva, muy dado a experimentar con el vino todo lo que le permite su tiempo.

Gracias a él hemos probado vinos tintos envejecidos en barricas que contuvieron whisky o vinos de verdejo envejecidos bajo velo de flor, entre otros. Es precisamente gracias a este segundo vino como nace este Palo Norte, ¿o debiéramos decir Palo Cortado?

El vino surgió de la siguiente manera. El mosto de verdejo fermentó en barricas nuevas de roble francés, donde reposó cerca de 3 meses. Posteriormente el vino fue sometido a una crianza biológica bajo velo de flor en botas jerezanas durante 12 meses. Todo apuntaba a que este vino sería la nueva cosecha de su vino Rodríguez Sanzo Bajo Velo, sin embargo, algo pasó en determinadas botas, en las que observaron que el velo se hundía en su tramo final de crianza. 

Tenían dos opciones, embotellar o ver qué pasaba si lo dejaban continuar. Así que, sí, optaron por la segunda. La pregunta era, ¿cómo se comportará si lo sometemos a una larga crianza oxidativa? Recordemos que se trata de un vino de añada, así que este proceso oxidativo se hizo casi en exclusiva con la añada 2020, aunque en el embotellado le aportaron un pequeño porcentaje de un vino con más de 100 años de edad. Este vino guarda ciertas similitudes con el tradicional Dorado de Rueda, un vino que atraviesa una crianza biológica y que posteriormente es envejecido en damajuanas para favorecer su oxidación, por lo que acaban teniendo ese característico color dorado que los define.

Con este accidente a lo palo cortado jerezano, pero con el deje castellano, nació Rodríguez & Sanzo Palo Norte. En esta bodega familiar, la que conforman Javier Rodríguez y María Sanzo, se ha dado un pequeño paso para abrir una nueva tipología de vinos dentro de la DO Rueda. Aunque fuera por accidente, lo cierto es que este vino abre las puertas a otros productores que quieran profundizar en esta tipología de vinos y todo ello con el carácter de la uva verdejo, tan poco dada a ofrecer vinos de este estilo. Tan solo se han embotellado 2.700 botellas y están a la venta por 90 euros. Es un pequeño paso para un productor local, pero como decimos en Guía Peñín abre caminos no explorados en su lugar de origen por lo que es un digno merecedor a la nominación de Vino Revelación.