Nominados a Vino Revelación Guía Peñín 2026: El Bufón de Arrayán Mizancho 2023

Nuestro siguiente nominado nace de un trabajo de investigación y recuperación varietal, pero esta vez nos dirige a una extensa dehesa al norte de Toledo, muy cerca del río Alberche, concretamente en una finca llamada La Verdosa. Nos encontramos en la plana toledana, con extensas llanuras dominadas por el sol. Allí, la bodega fundada por José María Entrecanales y María Marsans lleva elaborando vinos desde 1999.

El bufón de Arrayán Mizancho 2023

A lo largo de los años la bodega ha ido haciendo pruebas con un variadísimo abanico varietal que le ha llevado a elaborar vinos de diferentes perfiles, sin dar con la tecla adecuada para poder plasmar la territorialidad de sus vinos de una manera clara y evidente. Pero el que la sigue la consigue. Conscientes de que la zona necesitaba adaptarse a la nueva climatología y a una diversidad cada vez más demandada y necesaria, se empeñaron en buscar variedades que en su momento se cultivaban en su tierra. En 2014, con ayuda del IVICAM (Centro de Investigación de la Vid y el Vino de Castilla La Mancha) injertaron en su finca 8 variedades autóctonas minoritarias entre las que se encontraban la blanca mizancho.

En julio de 2017 Arrayán dio comienzo al proyecto de I+D: “Estudio del potencial enológico de variedades de vid minoritarias en la Denominación de Origen Méntrida”. Su objetivo, buscar variedades que les permitiesen reducir los efectos negativos asociados a los climas cálidos. Apoyados a nivel científico por el Grupo de Investigación en Viticultura de la Universidad Politécnica de Madrid, entre otros, este trabajo se llevó a cabo en una hectárea de viña ubicada en la propia Finca La Verdosa.

El Bufón de Arrayán Mizancho 2023 es un vino blanco excepcional que se sale del arquetipo de blanco mentridano de fruta madura con sensaciones tropicales, de fácil trago y sencillas pretensiones. Es un vino profundo, diferente, donde se da rienda suelta al carácter herbal y reductivo de esta variedad. 

Se trata de un vino que siendo de perfil continental guarda en su interior cierta frescura y tensión, lo que abre nuevas posibilidades no solo en la DO Méntrida, sino también en todas las denominaciones de origen manchegas que cuentan con el sol como castigo.

Este tipo de trabajos de investigación y desarrollo están siendo fundamentales en diferentes puntos geográficos de España.

Aunque sus inicios son inciertos, al no garantizar resultados aprovechables, lo cierto es que están sirviendo para encontrar soluciones al problema del cambio climático y a la adaptación de variedades a las nuevas circunstancias ambientales y de estilo. Los horizontes que abren estos descubrimientos son amplios y diversos y eso corre a favor del consumidor. 

El nombre de mizancho ya fue mencionado por García de los Salmones, figura relevante de la viticultura española de finales del siglo XIX y principios del XX, conocido por su lucha contra la filoxera y por sus estudios sobre tipos de uva. Reúne excelentes cualidades para su implantación en la zona; maduración tardía, una hoja grande que sombrea un racimo de uvas grandes que no tienden a la deshidratación y un pámpano no demasiado largo que no demanda mucha agua.

El resultado ha sido a nuestros ojos todo un acierto pues el vino cumple su misión de dar una nueva visión del vino blanco en su zona de origen. La joven enóloga Maite Sánchez ha sido la persona que ha transformado el sueño en realidad, con un vino que rompe moldes y que servirá de inspiración a otros muchos elaboradores que quieran profundizar en la identidad de la historia líquida de Méntrida. De este vino tan sólo se han elaborado 384 botellas y su precio ronda los 36 euros.