Otra opción es realizar una cata comparativa de las diferentes tipologías de vinos. Podemos elegir 3 o 4 marcas de tipologías distintas, que pueden ser: un espumoso, un blanco, un rosado, un tinto o un generoso. Es importante ordenar los vinos antes de catar del más suave al más intenso, para así evitar que los aromas y sabores del anterior enmascaren el vino que estamos degustando.
Pueden encontrar estos vinos en cualquier supermercado, en una tienda especializada –física u online-. Si no están seguros de su elección, pidan ayuda a los profesionales.
Elementos para la cata
Una vez que tengamos hecha la selección de los vinos, necesitaremos los siguientes utensilios para la cata:
- Sacacorchos.
- Una copa para cada vino. Si esto no es posible, siempre podemos enjuagar la copa con agua entre un vino y el siguiente.
- Mantel o servilletas de color blanco
- Vaso grande de plástico no transparente para usar como escupidera (opcional).
- Agua: para mantenernos siempre hidratados, pues el agua hará que catemos mejor.
- Picos o trozos de pan, especialmente si se catan vinos con mucho tanino.
- Papel y lápiz, si quieren hacer sus propias “notas de cata”.
Fases de la cata
Ahora sí, comenzamos la cata que dividiremos en tres fases: visual, olfativa y gustativa. La idea es dedicar un tiempo a cada una de estas fases, pues nos pueden aportar información diferente.