Entre los vinos que combinan crianza biológica y oxidativa, se han catado 34 amontillados y 27 palo cortados. Cuanto más viejos, más se alejan del carácter de velo de flor de su juventud hacia los matices de nueces, cacao y barniz propios del oloroso -categoría puramente oxidativa- que trajo a nuestra mesa 38 vinos de sabor intenso y penetrante. Pese a sus diferencias, la diversidad de amontillados, palo cortados y olorosos parece marcada por su edad y su tendencia hacia un estilo más sutil, delicado y bebible; o hacia otro más intenso, concentrado y potente, que a veces pone a prueba al paladar con su impactante acidez, salinidad y amargor. En alguna de estas elaboraciones, a veces se percibe un mayor dulzor por adición de pedro ximénez.
Por último, los vinos más dulces de Jerez estuvieron representados por los moscateles y pedro ximénez. Oscuros, intensos y con vejez, aún dejan ver matices de flores, cítricos y fruta pasificada. En estos casos, los vinos que, con mayor acidez consiguen equilibrar los sabores dulces y amargos, han obtenido las mejores puntuaciones.
Próxima parada: Cava y Penedès
El equipo de cata continuará en las próximas semanas su recorrido por las principales zonas productoras de España. La segunda parada será Cava y Penedès, regiones productoras que los catadores de Peñín visitarán del 27 al 30 de enero.
Como ya ocurrió el año pasado, Peñín publicará las puntuaciones de sus catas recientes a través de la Guía Peñín Online, lo que permitirá a los suscriptores conocer en primicia las calificaciones. La versión online, a la que se accede aquí, podrá consultarse en tres idiomas: español, inglés y alemán. Durante el mes de octubre, se publicará la edición física de la guía, que recogerá las valoraciones de los cerca de 12.000 vinos que se caten este año y se presentará oficialmente en el marco del Salón de los Mejores Vinos de España, que se celebrará los días 26 y 27 de octubre en IFEMA (Madrid).