Todo lo que nunca te contaron sobre el vino

24 June 2025

Hablar de vino es hablar de historia, ya lo sabemos. Desde los primeros vestigios en vasijas de barro en el Cáucaso hasta las botellas que hoy envejecen bajo el mar. Porque el vino no nació ayer; está presente en textos sagrados, en tradiciones, anécdotas y hasta en el mundo de la cosmética. ¿Sabías que el vino ha sido utilizado como perfume? ¿O que salvó más de una vida? Hoy te hablamos de todo lo que nunca te contaron sobre el vino.

El vino ha sido moneda, medicina, símbolo de poder y hasta excusa para filosofar y seguro que nunca te lo habías planteado. Cada detalle, cada ritual y cada gesto que hoy damos por hecho y nos parece cotidiano, esconde una razón científica o histórica. Hoy te invitamos a dejarte llevar por la curiosidad, a descubrir lo que no siempre se ve ni se sabe. Vamos con todo.

  • El vino más antiguo del mundo… ¡aún no se ha abierto!: se encuentra en el museo Histórico de Pfalz (Alemania) y data del año 325 d. C. Sigue sellado y nadie se atreve a probarlo.
  • Hay vinos que envejecen bajo el mar: algunas bodegas sumergen botellas en el fondo del mar para que maduren en condiciones de presión, temperatura y oscuridad única.
  • La copa también influye en el sabor: no es (solo) postureo; el diseño y la forma de la copa afecta a cómo se evapora el alcohol y, por tanto, a cómo percibiremos su aroma y sabor.
  • El vino puede ser bebida de astronautas: en 2020, cepas de merlot y cabernet sauvignon viajaron a la Estación Espacial Internacional para ver cómo envejecen en microgravedad. ¿Próxima parada? Bodegas interplanetarias y catas en gravedad cero.
  • El primer test de embarazo de la historia usaba vino: en el Antiguo Egipto, las mujeres orinaban sobre el vino y, si cambiaba de color, se creía que estaban embarazadas. Lo más curioso es que tenía cierto fundamento químico.
  • El área 51 del vino existe: en Francia hay una “bodega bajo llave” con los vinos más valiosos del país con un acceso ultra restringido. Se llama La clave de l’Elysée, se encuentra en el Palacio del Elíseo y alberga botellas históricas que solo se sirven en cenas de Estado.
  • Los vinos más antiguos se vendían como cosméticos: en Roma y Egipto se utilizaban mezclas de vino y aceites para perfumes, cremas y tónicos (seguro que Cleopatra usaba vino en su rutina de belleza). Y en la Edad Media se utilizaba como antiséptico; de hecho, en algunas guerras se vertía sobre heridas para desinfectar, por su contenido en alcohol y taninos que tienen propiedades antibacterianas. Obviamente, no tiene nada que ver con la medicina moderna, pero salvó más de una vida.
  • El corcho respira (y es parte del envejecimiento): los corchos naturales dejan pasar microcantidades de oxígeno y ayuda al vino a tener un envejecimiento pausado y controlado.
  • Algunas bodegas usan música para fermentar: se llama “musicoterapia enológica” y se cree que las vibraciones afectan positivamente a la fermentación o en el movimiento de los fermentos. ¿A que tú tampoco sabías que el vino necesitaba un coach?

¿Verdadero o falso?¿Verdadero o falso?

¿Verdadero o falso?¿Verdadero o falso?

  • Tu nariz se fatiga a los 3 olores, pero el vino puede tener más de 100: una copa de vino puede encerrar decenas de olores, pero el cerebro humano empieza a “bloquearse” tras identificar 3 o 4. Así que, si está empezando en el mundo del vino y solo hueles a “vino”, tranquila: puede ser fisiológico, no ignorancia.
  • Hay viñedos en sitios que ni te imaginarías: en el desierto de Atacama (Chile), en laderas imposibles donde la vendimia se hace con cuerdas o en islas volcánicas. Sí, hay viñas creciendo sobre lava solidificada. En Canarias, Sicilia o Santorini, los suelos volcánicos dan vinos con una mineralidad única.

Ya ves que detrás de cada copa hay siglos de secretos, hallazgos y rarezas, así que, ¿por qué conformarte con beberlo cuando también puedes contarlo? En la próxima cena, cita o reunión que alguien levante la copa para brindar, podrás quedar como un pedante al decir cosas como: “¿Sabías que los egipcios ya etiquetaban sus botellas hace 5.000 años?”.

Porque la cultura también se sirve en copa y la curiosidad es el mejor maridaje. No lo des todo por hecho, ni siquiera el vino.

    Escrito por Redacción