Los Vinos de Villa del Bierzo, un viaje por hacer

28 octubre 2021

Cada vez son más los vinos que se lanzan a representar la territorialidad de su origen en anillos más pequeños, unidades de tierra que buscan describir de forma más detallada un entorno a través del vino. Lo hacen con el convencimiento de que así el vino será más auténtico y diferente a los demás. Algunas denominaciones de origen importantes se han animado a proteger más ambiciosamente estas unidades de producción más pequeñas, conscientes de las diferentes sensibilidades artísticas que habitan en el mundo del vino y de sus diferentes consumidores. Y es que corren buenos tiempos para el consumidor de vinos españoles, pues estas nuevas reglamentaciones amplían las capacidades expresivas del vino, la diversidad de elaboraciones y su potencial conocimiento y divulgación. Bierzo dio el paso a una legislación ambiciosa en el año 2017, un importante cambio que marcaba el inicio de una clara apuesta por la territorialidad en favor de su  propio entorno. La reglamentación es solo el primer paso. Creada la carretera, falta que los vehículos las transiten y le den el sentido diferenciador que debe tener.

El concepto de Vinos de Villa es un término cuyo origen podemos encontrar en Francia, especialmente en los pueblos de la Borgoña, quien mayor proyección internacional ha sido capaz de darle hasta la fecha. Muchos consumidores asocian los villages como vinos intermedios, casi de introducción a la bodega, pues muchos productores reducen la unidad mínima de producción a sus vinos de paraje o parcela, pequeños territorios que a ojos del bodeguero poseen unas características especiales que justifican el embotellado de esa única parcela. Debemos decir que generalmente es correcta esta interpretación cualitativa de que el vino de paraje será mejor que el de villa, incluso cuando la viña no es especialmente significativa o diferenciadora, ya que la propia convicción del elaborador hace que a este exclusivo vino dedique un mayor esfuerzo de selección de uva y un mayor mimo en su elaboración. A pesar de todo esta regla no siempre se cumple y es que, como decimos, no todos los lugares expresan con brillantez y diferenciación su esencia.

La categoría de los Vinos de Villa en Bierzo es todavía muy joven y faltan más actores, aunque los que están son relevantes y aportan significado a esta segmentación. Amancio Fernández, enólogo de Losada Vinos de Finca, considera que todavía han de desarrollarse todos los pueblos y parajes, y ver cuáles de ellos terminan ganándose esa diferenciación que justifica un mayor precio del vino. Es cierto, el tiempo hará que unas villas y unos determinados parajes ganen mayor protagonismo, de la misma manera que otras caerán en el olvido hasta el punto que nadie quiera retratarlas en su etiquetado.

Conceptualmente, la idea de los Vinos de Villa es francamente interesante. En esencia esta categoría busca describir una pedanía, un municipio o un conjunto de municipios con las uvas que su entorno específico le da y también con las influencias de suelo y clima más específicas de su origen. Por este motivo, es posible bucear por las singularidades de las diferentes villas, aunque muchas veces no sepamos con certeza si estas diferencias las da el terreno o la mano de su elaborador.

Si existe un lugar donde merece la pena hacer una diferenciación zonal es Bierzo, especialmente por el minifundio imperante en la zona, las diferentes influencias existentes en función de la zona, las orientaciones y la disposición del viñedo en valles, colinas y laderas.

Actualmente en la denominación de origen Bierzo existen 16 vinos de Villa embotellados que, a su manera, describen Ponferrada, Camponaraya, Otero de Torai, Valtuille (Valtuille de Abajo y Valtuille de Arriba), San Pedro de Trones, Villafranca del Bierzo, Corullón, San Pedro de los Olleros y Congosto.

Hoy os acercamos a algunos de estos vinos que han pasado por la copa de los catadores de la Guía Peñín y que muestran excelentes cualidades, algunas provienen de su lugar de origen, otras de su elaborador:

Altos de Losada Villa de Valtuille de Arriba 2019 T

93 puntos

Bodega: Losada Vinos de Finca.

Variedades: mencía 100%.

P.V.P: 17,9 euros.

Villa Valtuille de Arriba.

Esta casa se ha caracterizado por hacer un trabajo ya segmentado por zonas específicas incluso antes de la llegada de la nueva segmentación del Bierzo, con lo cual ya tenía un trabajo desarrollado. Su vino de villa Altos de Losada Villa de Valtuille de Arriba 2019  busca reflejar un entorno que se caracteriza por la influencia de un clima mediterráneo y la presencia de suelos arcillosos frente a otra tipología de suelos imperantes en la zona. Sus creadores hablan de una importante diferenciación en el tamaño del fruto en este lugar ya que el tipo de suelo favorece la obtención de una baya ligeramente más grande y también con una piel más gruesa. Todas estas diferencias se traducen en el vino a través de matices más intensos y un mayor volumen, haciendo también que la fruta y la sensación final que deja en boca sea también más golosa.

Este vino sería un buen ejemplo de lo que Valtuille es capaz de dar, y además a un precio muy asequible.

Valtuille Vino de Villa 2019 T Barrica

93 puntos

Bodega: Castro Ventosa.

Variedades: mencía.

P.V.P: 16 euros.

Villa Valtuille de Abajo.

Estamos ante un vino que aun siendo de una villa determinada su estilo está más definido por su mano elaboradora que por lo que podríamos intuir por la zona. Acabamos de pasar por un vino de Valtuille, en este caso de Valtuille de Arriba, como el de Altos de Losada y nos vamos a la zona baja. No existen grandes diferencias entre la parte alta y baja de Valtuille, más allá de las diferencias de maduración sensiblemente más altas en las partes más bajas y la mayor presencia de agua en el subsuelo en determinadas parcelas por efecto de la pendiente del viñedo. Sin embargo, estamos ante vinos radicalmente opuestos. En este caso vislumbramos la mano de su creador Raúl Pérez, que se ha caracterizado por la elaboración de vinos generalmente con poco color, mucho frescor y bocas medias. Vinos donde la extracción se deja de lado para mostrar sutileza y finura. Todas las interpretaciones son válidas, pero este sería un ejemplo de lo complejo que es muchas veces dilucidar el estilo de un determinado paraje o villa cuando la mano del hombre deja importantes marcas estilísticas.  Este vino tiene una rica fruta y un tanino medio que hará que su paso por boca sea extremadamente amable y bebible. Valtuille Vino de Villa 2019 sería la visión más fresca de Valtuille de Abajo. Un vino vibrante y muy placentero.

De los Abuelos Viñas Centenarias 2020 RD

92 puntos

Bodega: Pago de los Abuelos.

Variedades: mencía 100%.

P.V.P: 20 euros.

Villa San Pedro de Trones.

El proyecto personal del enólogo Nacho Álvarez, nos acerca a una filosofía basada en la puesta en valor del viñedo viejo y en la territorialidad de los vinos. Su vino de Villa De los Abuelos Viñas Centenarias es un vino rosado de procedente de un viñedo de mencía plantado en 1902 y recuperado en 2016. Se encuentra ubicado a 600 metros de altitud, sobre unos suelos pizarrosos, con una pendiente del 51% y una orientación norte. Ha sido etiquetado como vino de Villa para ofrecer una imagen de la zona de San Pedro de Trones, localidad del municipio de Puente de Domingo Flórez que limita al oeste con Galicia. Se trata de un rosado que encierra complejidad y matices florales y herbales que nos acercan a su origen. La fruta es protagonista y su crianza de 3 meses en barricas de roble francés de 600 litros es un mero vehículo para otorgar longevidad y estructura a un vino que busca la complejidad de un buen vino rosado.

Villa de Corullón 2019 T

94 puntos

Bodega: Descendientes de J. Palacios.

Variedades: 94% mencía, 6% otras.

P.V.P: 43,70 euros.

Villa de Corullón.

Ricardo Palacios es probablemente uno de los grades catalizadores del cambio reglamentario dentro de la denominación de origen. Sus vinos han conseguido llevar a toda una región a lo más alto del ideario cualitativo del vino gracias a vinos singulares, identitarios y muy vinculados a su origen. Vinos como La Faraona se encuentran entre lo más selecto de los tintos españoles que se elaboran a día de hoy. Sus creadores han trasladado el mensaje de la excelencia de los vinos parcelarios con sede en Bierzo por el mundo, toda una ayuda para muchos otros productores del entorno. Villa Corullón es un fiel reflejo de lo que un vino de villa ha de ser. Está elaborado a partir de una selección de cerca de 200 pequeñas parcelas ubicadas en el municipio de Corullón. Corullón se caracteriza por la presencia de pizarras (esquistos pizarrosos) en sus suelos, una zona accidentada donde conviven viñas de muy diversa orientación. Las uvas en este lado del Bierzo son ligeramente más pequeñas, quizá por el suelo y la altitud que puede ascender hasta los 950 metros. Entramos en un lugar con un clima continental con influencia atlántica, carácter que queda bien reflejado en este Corullón 2019. En este vino, al igual que en todos los de la casa, el trabajo del hombre está orientado a expresar el lugar. Se trata de una máxima de su creador y una suerte para el consumidor, pues los elementados que forman parte de su elaboración están enfocados a distorsionar lo menos posible el paisaje y a no inmiscuirse en el diálogo entre la tierra y el consumidor. Corullón será, sin duda, y gracias a esta bodega, una de esas villas altamente valoradas por los amantes del vino a lo largo del tiempo, si no la más valorada. Aunque el precio del vino pueda parecer alto, lo cierto es que está muy lejos de los precios que los grandes vinos del mundo manejan, así que si nos lo permitís podemos decir que es una buena compra. 

Cobrana 2019 T

94 puntos

Bodega: Bodegas Verónica Ortega.

Variedades: mencía.

P.V.P: 32 euros.

Villa de Cobrana (Congosto).

Verónica Ortega es una gaditana que ha conseguido en los últimos años plasmar un estilo propio y diferenciador en Bierzo a través de vinos muy sinceros y directos. Poco amiga de la sobreintervención, elabora los vinos para que se expresen conforme a la propia identidad de su origen. Esta forma de trabajar le permite trasladar al vino su entorno, en este caso la Villa de Cobrana, ubicada en el Bierzo Alto, a unos 750 metros de altitud y con unos suelos de pizarra muy degradada con arcilla roja. Sucede además que en este lugar hay tradición de elaborar vinos para el autoconsumo, vinificando todas las variedades juntas, tintas y blancas, de la misma manera que lo hace su creadora. Cobrana es un vino afilado, elaborado con mencía y un pequeño porcentaje de variedades blancas como la godello, palomino o doña blanca.

Las uvas proceden de viñas muy pequeñas y viejas de más de 100 años. Se elabora con el 100% de su raspón en tino abierto y se cría en ánfora y en barrica. Nos encontramos ante un vino fresco, rico en fruta roja, con buena acidez y tensión, un estilo característico en la zona y un buen ejemplo de vino de villa.

    Escrito por Javier Luengo, director editorial de Peñín